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Chicos paraguayos, brasileños y argentinos despedirán hoy en el hito de la triple frontera de Puerto Iguazú a los chicos argentinos, provenientes de todo el país, que comenzarán la Marcha por la Vida en defensa de los derechos infantiles. La marcha es organizada por más de 350 hogares para chicos de la calle, jardines maternales y emprendimientos productivos para jóvenes que integran el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. La caravana arribará el 8 de noviembre a Plaza de Mayo.
“La marcha que hicimos el año pasado de La Quiaca a Buenos Aires sirvió para asociar muchas fuerzas y llamar la atención sobre la problemática de la juventud y la niñez”, señaló a Página/12 Alberto Morlachetti, que dirige el hogar Pelota de Trapo de Lanús y es coordinador nacional del Movimiento que también integra la CTA. “El 75 por ciento de los chicos argentinos están por debajo de la línea de pobreza, entonces uno no puede quedarse en un rincón de la obra que estamos haciendo, tenemos que salir, porque de alguna manera, los chicos que participan en la marcha, salen a buscar a la otra infancia, la que está aún más desprotegida.”
La caravana estará conformada por alrededor de 250 pibes de 14 instituciones, más 50 educadores, maestros y médicos. Como es tradicional en las marchas del Movimiento, será encabezada por un trencito, seguido por seis ómnibus, en cada uno de los cuales habrá un maestro dando clases mientras dure el trayecto. “Los chicos aprenden más en estos viajes que en un año de estudio –recuerda Morlachetti– el año pasado vieron el cerro de los siete colores y las ruinas de Tilcara y aprendieron de la cultura y la resistencia indígena. Ahora van a ver las cataratas, aunque tuvimos que hacer una gestión especial porque resultan que están privatizadas.”
En su trayecto a Buenos Aires la caravana se detendrá en El Dorado, Posadas, Corrientes, Formosa, Resistencia, Quimilí (Santiago del Estero), Santa Fe, Paraná, Concordia, Gualeguaychú, La Matanza y Plaza de Mayo. En cada ciudad se organiza una caminata con los chicos y las organizaciones sociales que los reciben, se organizan fiestas con payasos, títeres y malabaristas y los chicos intercambian cartas y son ellos los que hablan en los actos. “Marchamos porque ser niño ya no es un barco de papel, ni una ‘aventura de pan y chocolate’ –señala la convocatoria–. Porque ser niño pobre tiene nombre su destino: prostitución, droga, cárcel o ser asesinado en cualquier esquina de la pobreza. Marchamos porque es posible soñar otro tiempo, el tiempo del trabajo, de los salarios dignos, donde ser jubilado sea una bendición, y ser niño un privilegio. No estamos lejos, ni cerca de ese futuro, estamos en el tiempo exacto para diseñar la tierra y el cielo que queremos.”
“Fue increíble la recepción que tuvo la marcha el año pasado en el interior –recuerda Morlachetti– prácticamente el 40 por ciento de la comunidad salía para recibirnos en las localidades por donde pasábamos. Uno de los problemas de una marcha así son los baños y en las afueras de Tucumán nos recibieron ‘las madres cuidadoras’, una asociación de mujeres, en todas las casas muy humildes habían puesto cartelitos que decían ‘hay baños disponibles’. Cuando llegamos a Rosario, no podíamos pasar porque un piquete interrumpía el tránsito en la ruta, bajamos para negociar con los piqueteros y resultó que habían cortado la ruta porque querían que fuéramos a sus pueblos, en las afueras de la ciudad.”
La Marcha por la Vida, del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, es patrocinada por la CTA y por Unicef. Además, adhieren a la convocatoria el padre Carlos Cajade; el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el jurista Elías Neuman; la monja Martha Pelloni; el titular de la CTA, Víctor De Gennaro; la directiva de Ctera, Martha Maffei; el escritor Ernesto Sabato; el cantante Joan Manuel Serrat; el rabino Daniel Goldman; el padre Luis Farinello; el cantante Daniel Viglietti; el periodista y escritor Osvaldo Bayer, y la cantante Teresa Parodi.