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Juan Carlos Romero fue agredido el viernes en Salta durante un acto por un empresario transportista. Y si bien su primera reacción pública fue negar el hecho, hasta los hombres de su entorno reconocieron que, al recibir insultos y un golpe en el rostro, el compañero de fórmula de Carlos Menem también devolvió trompadas.
El episodio se produjo mientras Romero se despedía de los participantes de una comida por la conmemoración del 50º aniversario del Bachillerato Humanista, en la ciudad de Salta. Al llegar a una de las mesas, Nicolás Lecuona –dueño de la empresa El Cacique– lo insultó y le pegó un puñetazo en la cara. Luego del golpe, Romero reaccionó abalanzándose sobre su agresor, y los dos hombres cayeron al piso en medio del estupor generalizado de los invitados. Finalmente, el empresario fue detenido y llevado a la comisaría primera de la ciudad.
El origen del conflicto fue el impedimento del gobierno provincial para que Lecuona pudiera operar una línea de transporte de pasajeros entre Cafayate y Salta. Pero no es la primera vez que Romero protagoniza un hecho de estas características. El 2 de abril de 1999 el dirigente golpeó a un ex combatiente que lo insultó al término de un acto en conmemoración por la recuperación de las Islas Malvinas. Este año, según testigos, se trenzó a golpes con el ex miembro de la Corte de Justicia Gaspar Solá, quien le recriminó su presencia en el club social 20 de Febrero. El sábado, Romero apareció sin huellas visibles de la agresión en una conferencia de prensa que brindó junto a su compañero de fórmula, Carlos Menem. “Desconozco y niego el hecho”, mintió el salteño ante la preguntas de los periodistas.