SOCIEDAD › EL GOBIERNO PORTEÑO REEMPLAZA LAS BOLSAS CON COMIDA
Vales para comprar alimentos
En la primera etapa, el programa beneficiará a 3600 familias de los barrios de La Boca y Barracas que hoy reciben bolsas con alimentos. Si tiene éxito, se extenderá a otros barrios de la ciudad.
Por Eduardo Videla
Dentro de un mes, las familias carenciadas de La Boca y Barracas dejarán de recibir los bolsones de alimentos que les entrega el Estado como asistencia alimentaria. A cambio, el gobierno porteño les entregará un talón de vales, por valor de 80 a 150 pesos –según el número de integrantes de la familia– con los que podrán comprar alimentos en los comercios minoristas de su barrio. “Así, cada familia podrá elegir los alimentos que quiera consumir, y también se beneficiarán los pequeños comerciantes del barrio, que hoy están en una situación crítica”, argumentó la secretaria de Promoción Social de la ciudad, Gabriela González Gass. La iniciativa tiene un objetivo más difícil, según admiten en el gobierno porteño: desarmar la trama del clientelismo político que se sostiene en el reparto de alimentos.
La entrega de tickets no la hará el gobierno sino una empresa privada, cuyo nombre saldrá del proceso de licitación que finaliza hoy, con la presentación de las ofertas. Las empresas tendrán a su cargo la emisión de las chequeras, su distribución a partir de una nómina que ya tiene la Secretaría de Desarrollo Social, la conformación de una red de por lo menos cuarenta comercios minoristas y el reintegro del dinero a los comerciantes, a cambio de los vales.
Se trata de una experiencia piloto que se llevará a cabo en el área que corresponde al Centro de Gestión y Participación Nº 3, que comprende los barrios de La Boca, Barracas y una pequeña parte de San Telmo. “Si resulta exitosa, el año próximo la vamos a extender a los otros barrios del sur de la ciudad”, adelantó González Gass. Hoy, en la ciudad, reciben asistencia alimentaria oficial más de 15.000 familias.
El programa llevó un largo proceso de preparación. El gobierno porteño tenía programado implementarlo a comienzos de este año y, con ese fin, se realizó en 2001 un censo de beneficiarios con la participación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la supervisión de UNICEF. Pero la crisis desatada a partir de diciembre y el descalabro de precios de este año impidió concretar la operatoria. Incluso, quedó en el camino la propuesta del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, de implementar el sistema a través del Banco Ciudad: a la entidad financiera no le cerraron los números como para hacerse cargo del programa.
Las chequeras con los denominados “Vale Ciudad” serán similares a los que ya se utilizan en el mercado como medio de pago en el comercio minorista. Tendrán tickets de diferentes valores, de 2, 5 y 10 pesos, que podrán ser cambiados por alimentos. Se privilegiará su entrega a las jefas de hogar, y en su defecto, a los jefes de familia. Cada vale tendrá impreso el número de documento del beneficiario, para que no puedan ser transferidos.
Los bonos podrán ser canjeados en almacenes, verdulerías y carnicerías adheridos al plan, que estarán identificados con un autoadhesivo pegado en la vidriera. Sólo podrán comprar productos de la canasta básica alimentaria, por lo que quedan excluidas las bebidas alcohólicas, las gaseosas y los cigarrillos.
“No hay que pensar que los vales van a resolver el problema alimentario de las familias, como tampoco lo resolvían las bolsas. Pero va a contribuir a que la familia pueda comprar lo que necesita, inclusive alimentos frescos, y a que sus integrantes puedan comer reunidos en su casa al menos una de las comidas del día”, argumentó González Gass. Según estimaciones, el valor de los tickets alcanza a cubrir entre el 35 y el 40 por ciento de las necesidades alimentarias de una familia. Actualmente, las bolsas incluyen paquetes de arroz, fideos, harina, azúcar, yerba, galletitas y, con menor periodicidad, aceite.
Para garantizar el éxito del programa, un equipo de asistentes sociales y nutricionistas asesorará a las jefas de hogar sobre la conveniencia de los productos a comprar, de acuerdo con la estación, en el caso de frutas y verduras, o con las marcas más económicas, en el caso de los envasados.Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Económico deberá brindar apoyo a los comerciantes para que puedan comprar productos a precios más bajos. La operatoria es similar a la destinada a los sin techo: en lugar de alojarlos en hoteles, se les brinda un subsidio por seis meses. Desde su lanzamiento, son cerca de 500 las familias beneficiadas con ese sistema.