El titular del radicalismo, Gerardo Morales, se reunió ayer con Elisa Carrió y le pidió que se presentara como candidata a diputada por la ciudad de Buenos Aires, en lugar del economista Alfonso Prat Gay. Además, ultimaron los detalles de la participación de la líder de la Coalición Cívica en la Convención Nacional del próximo viernes y sábado. La visita de Morales se produjo un día antes de que Carrió rompiera el silencio al que se había sometido desde las Pascuas de la semana pasada. Desde la UCR anticiparon que Lilita participará de la lista, aunque todavía no definió en qué lugar.

Los rumores sobre la posible postulación de Carrió habían tomado fuerza, precisamente, a partir de las presiones de los distintos dirigentes que la consideran la mejor candidata para enfrentar a la vicejefa de Gobierno porteño, Gabriela Michetti. Durante la tarde de ayer los voceros de la Coalición Cívica negaron que Morales hubiera visitado a Carrió, como muestra de la reserva con la que los dirigentes intentaron mantener la reunión. Según pudo saber Página/12, Lilita recibió al senador en su casa alrededor de las seis de la tarde. En conversaciones informales, Carrió ya les había dicho a los radicales que iba a integrar la lista, pero tampoco les confirmó entonces si reemplazará a Prat Gay en el primer lugar.

Los propios dirigentes de la CC desconocen qué resolución tomará su líder. “Es una decisión que va a tomar ella sola”, repitieron a este diario varios hombres que ven depender su suerte de la voluntad de Lilita. “Certeza no hay ninguna porque ella se llamó a retiro, pero supongo que va a terminar jugando”, intentó adivinar uno de los dirigentes que tiene asegurado un lugar en la lista de la CC. El método de toma de decisiones no dista mucho del que los propios integrantes de la Coalición Cívica le critican al matrimonio presidencial.

Los radicales le reprochan a Carrió que en el origen de la creación del frente, tanto el socialismo como la Coalición Cívica y el radicalismo se habían comprometido a sostener la idea de que armaban “una alternativa nacional” colocando a los mejores candidatos que tuviera el proyecto en cada distrito. “No es lo mismo para nosotros si Lilita va primera o segunda”, explica uno de los operadores porteños de la UCR. El problema no pasaría solamente por la diferencia de votos que perderían si Carrió no encabeza la nómina. Si ella va segunda y Prat Gay primero, los radicales consideran no jugar su carta más fuerte en la elección nacional, sino a la cabeza de la lista de legisladores. Ese lugar sería para el ex camarista Ricardo Gil Lavedra.

La indefinición de Carrió también dejó congeladas las movidas de otros sectores políticos de la ciudad. En el cobismo reconocieron que de su decisión también depende si avanza la candidatura de Rodolfo Terragno. “Si ella no va, el núcleo de acumulación recae en Terragno”, analiza un operador del vicepresidente que especula con el armado de un frente opositor antimacrista no peronista. También quedó supeditada a la decisión de Carrió la posibilidad de que el socialismo porteño se sume al frente con la UCR. Para que eso ocurra, Lilita debería encabezar la nómina de diputados y el socialismo la de legisladores. “Va a haber en estos días una definición contundente”, ratificó a este diario uno de los hombres más cercanos a Lilita.

Una de las respuestas que se llevó Morales de la casa de Carrió es su participación de la convención que se realizará en Mar del Plata el próximo viernes y sábado. Como en el cónclave radical contará con la presencia estelar del vicepresidente Julio Cobos, la titular de la CC acordó que no compartirán escenario en ningún momento. Cobos hará su aparición el viernes, cuando la UCR anuncie su reunificación, mientras que Carrió y algún dirigente del Partido Socialista –intentan convencer al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner– participarán del segundo día de la convención, ratificando la conformación del frente a nivel nacional.