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“Mayor Bernardo Alberte - Militar y dirigente peronista que combatió a las dictaduras militares. En este lugar fue asesinado el 24 de marzo de 1976 por fuerzas del Ejército”, se lee en la placa que colocó la Legislatura porteña en la recova. Sobre la Avenida del Libertador a la altura del 1160, unas 300 personas se reunieron para recordar así, en el Día de la Militancia a la primera víctima de la dictadura. En el acto participaron familiares y compañeros de Alberte. “Cada vez que se mata a un militante hay un mensaje que se silencia”, señaló el juez Eduardo Luis Duhalde. “Cuando estos asesinatos son los primeros de una etapa, cuando las organizaciones criminales eligen a su primera víctima, buscan en ella el sentido simbólico de aquello que quieren destruir. Por eso no puede sorprendernos que haya sido el primer asesinado por el terrorismo de Estado.”
Alberte participó como oficial en el 17 de octubre del ‘45. Fue edecán de Perón, defendió su gobierno en el ‘55 cuando el bombardeo a la Plaza de Mayo y se sumó a la resistencia peronista. Luego se convirtió en su delegado y secretario general del Movimiento. Durante esa gestión, impulsó la creación de la CGT de los Argentinos y coordinó la unión de los sectores revolucionarios del PJ.
La noche del golpe de Videla, el Ejército ingresó al departamento donde estaba con su mujer y una hija, y lo tiraron por la ventana.
Su hijo Bernardo fue uno de los oradores del homenaje. “No nos sentimos derrotados, mi padre y otros miles de compañeros no fueron derrotados sino asesinados por fuerzas antinacionales”, sostuvo. “Mi padre murió por ser impulsor y partícipe activo de una revolución, lo mataron porque comprendió la realidad e intentó modificarla.”
La defensora del Pueblo porteña, Alicia Oliveira, por su parte, recordó la complicidad de los jueces de la dictadura para dejar en la impunidad a los responsables del homicidio, y homenajeó la personalidad de Alberte (ver recuadro).
El encuentro tuvo un estilo austero: todo su despliegue fueron cuatro megáfonos en medio de la calle y un equipo de sonido alimentado con la batería de un auto, en torno del cual se reunieron históricos del peronismo, como el ex gobernador de Córdoba Ricardo Obregón Cano; Jorge Taiana, secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, el ex embajador Mario Cámpora y el abogado Mario Landaburu. Debajo de la placa de bronce, los organizadores colgaron una bandera argentina y la foto del homenajeado.
Entre el público se vio a la diputada Patricia Walsh, los militares retirados Horacio Ballester, Jaime Cesio y compañeros de militancia de Alberte, como Eduardo Gurrucharri y Marita Foix, quienes hicieron un perfil de Alberte y realizaron fuertes críticas contra la dirigencia actual del peronismo.
“Estoy segura de que la casa de Bernardo hoy se llenaría de piqueteros con los que compartiría sus preocupaciones”, dijo Foix. “Estaría con los trabajadores que ocupan fábricas, se sentiría orgulloso de que los ferroviarios tuvieran su conducción de base frente a la burocracia sindical, alentaría las luchas universitarias y las asambleas barriales, porque seguiría luchando por una sociedad más justa.”
El ARI, por otra parte, realizó un encuentro por el Día de la Militancia en Balvanera, con Elisa Carrió como principal oradora. Juan Carlos Dante Gullo (Nuevo Milenio) estimó en cerca de quinientos los manifestantes que se reunieron para inaugurar un local donde se presentaron las bases programáticas para la discusión del partido. “La mejor manera de reivindicar la militancia es ofrecer nuestro programa para discusión”, dijo el dirigente.
En Lobos, frente a la casa donde vivió Juan Domingo Perón, Osvaldo Mércuri realizó un acto con la presencia de unos ocho mil manifestantes. El diputado fue presentado por el locutor como el “futuro gobernador deBuenos Aires”, candidatura a la que Mércuri aspira a pesar del reciente lanzamiento de Felipe Solá para la reelección en el cargo.