EL PAíS › UN FUNCIONARIO DE SALUD Y SU HIJO SE ENTREGARON ANTE EL JUEZ OYARBIDE

Dos detenidos por la mafia de los medicamentos

 Por Irina Hauser y Raúl Kollmann

El director del Banco Oncológico del Ministerio de Salud, Roberto Loiácono, quedó detenido en la causa de la mafia de los medicamentos. La orden fue dictada por la Sala II de la Cámara Federal, que sostuvo que hay razones para suponer que estaría implicado en el desvío y comercialización de remedios destinados a programas de distribución gratuita. También fue arrestado su hijo Fernando, de la droguería Biodrugs, a la que el funcionario habría beneficiado con contrataciones y sobreprecios. Ambos estaban prófugos y ayer se entregaron ante el juez federal Norberto Oyarbide, quien los indagaría mañana.

En un comienzo, Oyarbide había concedido la eximición a Loiácono padre, pero antes de Navidad la Cámara dispuso que debía quedar detenido. Entre otras razones porque, en virtud de su cargo en Salud, podía tener acceso a información determinante para la investigación. Tanto él como su hijo fueron señalados como presuntos integrantes de una asociación ilícita que, según ya definió el juez, tiene como líderes a Juan José Zanola –en diversos negocios que se hicieron través de la obra social de los bancarios– y al empresario Néstor Lorenzo –como pivote de un grupo de droguerías implicadas en el suministro y venta de medicamentos adulterados, vencidos y robados–. Los jueces Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah señalaron en su resolución tres pistas centrales:

n “Gran parte de los medicamentos habidos en los múltiples allanamientos llevados a cabo en los domicilios de numerosas droguerías, farmacias, obras sociales e instituciones habían sido originalmente adquiridos por el Ministerio de Salud para ser entregados en forma gratuita a los pacientes sin perjuicio de lo cual fueron desviados de su destino e introducidos en el circuito comercial mediante la erradicación de los sellos respectivos”.

Los investigadores no descartan que Loiácono haya derivado remedios oncológicos de distribución gratuita hacia la droguería Biodrugs S.A., en la que su hijo Fernando Roberto es socio gerente.

n “Como responsable del Programa Nacional de Control del Cáncer, (Loiácono) habría gestionado la compra de cantidades excesivas –y a precios superiores a los de mercado– del medicamento Fludarabina, siendo que resultó adjudicada para ello la Droguería Biodrugs S.A.”

n Están bajo sospecha, por la documentación secuestrada, “los pagos que habría percibido” Loiácono padre “en concepto de honorarios por la realización de auditorías médicas oncológicas dentro de la Obra Social Bancaria”.

Una de las pruebas que incriminarían a Loiácono hijo es una escucha telefónica a Lorenzo, “el Yabrán de los medicamentos”, como lo bautizó la ex ministra de Salud Graciela Ocaña. De allí surgiría que Loiácono padre habría desviado hacia Biodrugs remedios que debieron haber sido entregados a los enfermos. En un diálogo puntual, además, Lorenzo alude a que Fernando Loiácono le iba a entregar parte del producto de la venta, aparentemente de esos medicamentos robados al programa oficial. “El nos da 300 mil y se queda con el resto”, dice Lorenzo en la escucha.

El abogado de Loiácono padre, Eduardo Barcesat, dijo a este diario que a su entender “no hay delito” porque su cliente “no decide las compras de medicamentos, sólo cuida el stock del Banco Oncológico”. “Esta fue incluso la conclusión a la que arribó un sumario interno que se le hizo en el ministerio a principio de año, que señaló que las compras corren por cuenta de la oficina contable”, advirtió. Según el abogado, en la investigación administrativa se lo implicaba en la adquisición de medicamentos por un mecanismo de “compraventa rotativa”, que eludía los procesos de licitación y se presumía que podía haber causado un perjuicio económico de 36 mil pesos a la cartera.

El sumario a Loiácono, un funcionario de carrera, de 62 años, lo inició Ocaña cuando era ministra. “Siempre sospeché que ciertas drogas que aparecían en los laboratorios (ligados a la mafia de los medicamentos) pertenecían al ministerio. El Banco Oncológico compraba una cantidad, de la cual siempre había un porcentaje destinado a esas droguerías, como San Javier, que las vendían”, dijo Ocaña a Página/12. “El hijo de Loiácono le vendía al ministerio, con un contrato directo”, añadió. Ocaña denunció a Loiácono ante la OA. Fue suspendido, pero la decisión de mantenerlo en su cargo, dijo, fue posterior a la gestión de la ex ministra.

La venta de medicamentos oncológicos –que pueden costar hasta 30 mil pesos– robados de programas nacionales es una de varias maniobras que investiga Oyarbide. También se detectó el suministro y comercialización de remedios provenientes de piratería del asfalto, vencidos y adulterados. Pero un negocio clave para Zanola y las droguerías involucradas habría sido el cobro de subsidios al Estado –a la APE del Ministerio de Salud– por tratamientos inexistentes, mediante la confección de historias clínicas y recetas truchas. La situación de Juan José Zanola, su mujer Paula Aballay y otros procesados como miembros de la asociación ilícita, que están presos, está ahora a estudio de la Cámara de Casación Penal.

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