Centímetro a centímetro continúa la pulseada en la Cámara de Senadores de cara a la primera sesión del año, en la que se discutirá la validez del decreto de necesidad y urgencia que autoriza la creación del Fondo del Bicentenario mediante el uso de reservas del Banco Central. El actual empate virtual que mantienen oficialismo y oposición se definirá por los votos de dos senadores pampeanos y una correntina, que todavía no tomaron posición y, según parece, no lo harán hasta último momento. Tal como están las cosas, hasta es posible que Julio Cleto Cobos, el vicepresidente opositor, tenga que volver a pasar por el trance de un desempate.

El miércoles, la oposición se anotó un punto importante al conseguir que Carlos Verna –quien junto a la también peronista pampeana María Higonet armó un bloque “no alineado”– los apoyara en la reunión preliminar sobre el reparto de cargos en comisiones que se llevó a cabo en el despacho del jefe del bloque kirchnerista, Miguel Angel Pichetto. Allí aprovecharon esta mayoría (37 votos contra 35) para reclamar la mayoría (ocho de quince miembros) en las 26 comisiones, además de la presidencia de 14 de ellas.

Desde el oficialismo rechazaron el planteo opositor, y las negociaciones continúan abiertas. Tal como sucedió en la Cámara baja a fines del año pasado, si el oficialismo y la oposición no llegan finalmente a un acuerdo antes de la sesión preparatoria, el 24 de este mes, todo se definirá en el recinto, en una pelea voto a voto.

Sin embargo, nada asegura que los pampeanos voten de la misma forma el 3 de marzo, en la primera sesión ordinaria del año, cuando deba discutirse el DNU que creó el Fondo del Bicentenario. Verna anticipó que si bien está a favor del uso de reservas para pagar la deuda, pretende que eso se lleve a cabo a través de una ley y no por decreto. En el Gobierno quieren avanzar con la aprobación del DNU, ya que necesita el aval de sólo una de las dos Cámaras del Parlamento, lo que les ahorraría meterse en el cenagal que es, hoy por hoy, la Cámara de Diputados, donde la correlación de fuerzas implicaría, por lo menos, una negociación complicada.

“No hay absolutamente nada definido –le confirmó a Página/12 un allegado al pampeano–. Ni siquiera han empezado a conversar, no está hablando con nadie.” A sabiendas de que es una de las figuritas codiciadas del momento, el legislador decidió volver a su provincia para mantenerse alejado de las presiones. Según aseguran en su entorno, recién comenzará “a evaluar y definir su posición a partir del 1º de marzo”, dos días antes de la votación. Desde el bloque oficialista admiten que se intentaron contactos, pero hasta último momento no pueden dar nada por sentado. “Los que tienen que decidir lo que hacen los pampeanos, son los pampeanos”, definió, lacónico, un colaborador estrecho de la bancada.

El caso de la correntina Josefina Meabe es más complejo todavía. Electa por el Partido Liberal, del ex gobernador Arturo Colombi, luego de que su jefe político perdiera la reelección a manos de su primo Ricardo, radical devenido K, la senadora quedó en una especie de limbo político. Recluida en un campo en el interior de la provincia, sin señal de celular, desde el fin de semana pasado, no planea volver hasta comienzos de la semana que viene, cuando empezará a definir su voto. José Arbo, diputado del mismo espacio político, reconoció que él votaría “con la oposición, en contra del DNU”, pero anticipó que como “el partido no se reúne desde agosto, ella va a hacer lo que quiere”.