Cristina Kirchner aseguró que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “no cumplió con las expectativas” que había en la región, básicamente por su postura frente al golpe en Honduras. “Nadie esperaba un príncipe en un corcel blanco”, aclaró la Presidenta, pero dijo que sí había existido la ilusión de “un realismo en serio” de parte de Estados Unidos, con una política que atendiera las necesidades de América latina. La Presidenta hizo estas afirmaciones en una entrevista a la CNN en español concedida en Cancún luego de la cumbre de países de América Latina y el Caribe pero difundida recién ayer, después de que quedara confirmada una reunión con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para el próximo lunes, cuando coincidan en Montevideo. Por otro lado, Cristina Kirchner también criticó al premier británico, Gordon Brown, por haber avivado fantasmas bélicos en el conflicto por la explotación de hidrocarburos en Malvinas. “Nosotros no estamos ni Irak ni en Afganistán”, le lanzó.

La relación de los gobiernos kirchneristas con la Casa Blanca estuvo siempre caracterizada por las idas y vueltas. Así fue, al menos, durante la gestión de Néstor Kirchner y George Bush, vínculo que terminó de desbarrancarse en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata de 2005. La Presidenta recordó sus expectativas cuando estando de visita en La Habana escuchó el discurso de asunción de Obama, en enero de 2009. “Pensé que podía iniciar una nueva etapa, no sólo en América latina, sino también en el mundo”, mencionó. Pero, insistió, “Honduras fue un golpe muy fuerte a esas expectativas”.

La Presidenta recordó que pudo hablar del tema con el propio Obama cuando compartieron la mesa en el almuerzo que ofreció el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, durante la Asamblea General del organismo, en septiembre pasado. Que entonces Obama le había preguntado si algún presidente latinoamericano sospechaba que él había podido tener algo que ver con el golpe de Estado. Cristina aclaró que nadie imaginaba eso, pero sí que algunos sectores vinculados con el “anterior gobierno” pudieron haber tenido injerencia.

La Presidenta remarcó su convencimiento de que una postura diferente de parte de Washington hubiera podido lograr resultados diferentes en Honduras. “También, soy política, entiendo las necesidades del presidente Obama de obtener voluntades internamente para llevar adelante programas que eran muy valiosos para su administración”, añadió. Daba a entender que tal vez una postura más dura contra los golpistas hondureños le podría haber generado rechazo entre legisladores republicanos. “Hay una sensación en toda la región de oportunidades perdidas”, concluyó Cristina, aunque dijo que seguía manteniendo sus expectativas porque “la esperanza es lo último que debe morir”.

En Cancillería aseguraban que las declaraciones de la Presidenta no diferían mucho de lo que opinan públicamente muchos líderes regionales, como por ejemplo el brasileño Lula. Lo particular en este caso era que se producían justo en los días previos al encuentro que mantendrá con Hillary. La secretaria de Estado no incluyó a la Argentina en la gira que iniciará el domingo por la región, pero, no obstante, buscó mantener un encuentro con Cristina Kirchner cuando ambas coincidan en Montevideo en la asunción de José “Pepe” Mujica. En la Casa Rosada explicaban que la entrevista a la CNN había sido previa a que se organizara el encuentro, por lo que había que despegar una cuestión de la otra.

En el mismo reportaje, Cristina Kirchner criticó también al primer ministro británico por su reacción ante la decisión argentina de pedir autorización a todos los barcos que se dirijan a las islas a través de aguas argentinas. “Gordon Brown dijo: ‘Ay, vamos a defendernos de un intento bélico’. ¿Intento bélico en la Argentina? Nosotros no estamos en Irak ni en Afganistán. No hay razones históricas ni geográficas ni jurídicas que puedan sostener mínima y racionalmente la posición de Gran Bretaña”, cerró.