EL PAíS › EL EX PRESIDENTE DIJO QUE NADIE LO CONSULTO PARA AVALAR EL ACUERDO OPOSITOR. SUS ALIADOS LO DESMIENTEN

Menem perdió el pelo pero no las mañas

Al mediodía apareció un comunicado en el que Menem informó que “no participó en ninguna de las negociaciones por cargos” en el Senado. Su ausencia había hecho fracasar el anunciado acuerdo opositor. Todos están expectantes por su decisión.

 Por Werner Pertot

Quizá por última vez en su vida, volvió al centro de la escena. Carlos Menem disfrutó ayer el estar en boca de todos: oficialistas, opositores y hasta menemistas que salieron de la hibernación se cruzaron por el faltazo del senador a la votación de autoridades y comisiones de la Cámara alta. Menem se ocupó de difundir un comunicado en el que aclaró que “no participó en ninguna de las negociaciones por cargos”. Su ex mano derecha, Alberto Kohan, pidió más protagonismo para el Jefe: “Hay que acordarse de Menem siempre, no sólo cuando tiene que votar”, dijo. Y aclaró que el riojano siempre tiene las puertas abiertas para dialogar. Desde el Peronismo Federal exhumaron mails del despacho de Menem de noviembre del año pasado en un intento por desmentirlo, mientras Eduardo Duhalde lo cuestionó y Carlos Reutemann hizo malabares para no hablar de él. El kirchnerismo reclamó que los opositores se sienten a negociar.

Menem apareció a través de un comunicado de prensa dedicado a sus compañeros del peronismo disidente: “Desde diciembre me encuentro en mi provincia. No he participado en ninguna de las negociaciones por cargos, comisiones y designación de autoridades de la Cámara de que han dado cuenta los medios en estas semanas”, aseguró el senador. “No he recibido ninguna consulta sobre ellas, ni mantuve conversación alguna con miembros del interbloque del que formo parte, no firmé ninguna declaración ni, por supuesto, he autorizado a nadie a que hable o firme en mi nombre”, les facturó a los Rodríguez Saá. El riojano sostuvo que su ausencia “no tiene que ver con darle tiempo al oficialismo como se dice en algunos medios”.

“Mi trayectoria política es lo suficientemente clara y extensa como para que no se justifiquen especulaciones ni juicios arbitrarios y merece el respeto de que tampoco se la considere un bien mostrenco para ser sumado sin consulta alguna a inventarios ajenos”, se infló el ex presidente. “La situación política e institucional del país es suficientemente seria como para tratarla con superficialidad, ingenuidad o con capacidades de aficionado”, les endosó a sus compañeros de bloque.

Que vuelva ya

Menem pareció, así, cansado de ser ninguneado por sus propios aliados, que huyen de las fotos con él como si fuera la peste, habida cuenta de su sideral imagen negativa. Sus íntimos dicen que no lo llamaron para la negociación, que no le dan protagonismo “como estadista” y que no habla con los otros senadores desde diciembre. En la disposición de las bancas, incluso, lo tienen recluido en una punta, abajo en el recinto, lejos del resto. De todas formas, en el entorno del ex presidente se ocuparon de aclarar que no rompió con el Peronismo Federal y que estará gustoso de sentarse a dialogar con ellos “si le piden una reunión”.

Como en los viejos tiempos, los principales ex funcionarios del gobierno de Menem salieron a defenderlo: por las radios desfilaron Carlos Corach, Alberto Kohan y Adrián Menem. “Menem es como Martín Palermo, hay muchos que dicen que está acabado, pero de vez en cuando hace buenos goles”, se divirtió el ex secretario general de la presidencia de Menem, que habló con él ayer por la mañana y se ocupó de transmitir su malestar. “Se acuerdan de él para las votaciones, pero no para las reuniones”, señaló Kohan a Página/12. “La sesión era para determinar autoridades del Congreso, ¿por qué tiene que ir Menem a avalar las ambiciones políticas de algunos? El se ha sentido decepcionado, porque muchos de los que ahora lo ignoran le deben todo lo que son a él. Se vio que algunos estaban desesperados por hacerse cargo de comisiones y no lo pudieron hacer”, les enrostró. “Si no se hizo análisis cuando Menem se levantó enfermo para ir a votar la 125, ¿por qué hacer tanto análisis ahora?”, se quejó Kohan ante este diario. Si bien el ex funcionario advirtió que “no se puede predecir el futuro”, consideró que “Menem se ha reunido con todo el mundo. No veo por qué no se va a reunir con quien le pida una reunión”.

La misma tonada tocó el sobrino del ex presidente, Adrián Menem. “Hay que descartar un acuerdo con el kirchnerismo. Tampoco tiene un acuerdo con la oposición. Creo que lo más importante es darle la seriedad que se merece: gobernó la República Argentina durante diez años y nueve meses. Menem se va a poner por arriba de todo tipo de cuestiones”, sostuvo.

Tienes un e-mail

La senadora Liliana Negre de Alonso salió a meterle presión a Menem para que asista a la sesión de la semana próxima y sostuvo que en un almuerzo en noviembre del año pasado todos delegaron la negociación de cargos en Adolfo Rodríguez Saá. Además, mostró un mail del 25 de noviembre del año pasado en el que el subdirector de despacho de Menem, Miguel de Vedia, le respondía una consulta a Matilde Darac, secretaria de Rodríguez Saá. “En relación a lo solicitado por el interbloque informo a Usted por expresa indicación del senador Carlos Menem que desea mantener su participación en las comisiones de Justicia, Asuntos Administrativos y Municipales, Defensa, Coparticipación y participar en Relaciones Exteriores, y del Mercosur”, indicaba la misiva. Desde el Peronismo Federal consideraron incomprensible la actitud del riojano: sostuvieron que le habían dado participación en todas las comisiones que había pedido. El ex senador Eduardo Menem les salió al cruce y afirmó que se trataba de “una formalidad” y que su hermano no estuvo en las negociaciones.

Negre insistió con que Menem les había dicho que iba a asistir a la sesión: “De Vedia llamó al senador puntano para indicarle que el ex presidente lo esperaba a las 13.30 en su despacho para tomar un café y charlar, pero finalmente no viajó desde La Rioja. A la mañana avisaron que venía, si bien en los últimos días no contestaba ningún teléfono”. Sostuvo que Rodríguez Saá lo llamó varias veces para decirle que le iban a dar lo que pedía, pero no tuvo respuesta.

Eduardo Duhalde, por su parte, aprovechó para golpear a la vez a un viejo enemigo y al gobierno nacional: “La oposición en su conjunto confió en quien creo hoy no se puede confiar”, remarcó, antes de pedir que se traiga a los senadores que no quieran asistir “con la fuerza pública” (ver recuadro). Reutemann evitó por todos los medios referirse al riojano. “La actitud del bloque de senadores del Frente para la Victoria, al retirarse de la sesión y dejar sin quórum al cuerpo, lesiona gravemente la calidad de las instituciones de la República”, planteó. “La gente quiere que la política sirva para solucionar sus problemas y no que se transforme en un problema. Esa demanda no puede ser dilatada por meras especulaciones políticas”, afirmó. En tanto, el senador Luis Juez aseguró que “Menem todavía tiene una oportunidad para pasar a la historia”, aunque luego lo pensó mejor: “Todos sus pecados originales no los va a poder borrar”.

Sorpresas de la vida

“No se sabe lo que va a votar Menem... La vida te da sorpresas”, se sonrió el presidente provisional del Senado, José Pampuro, quien consideró que el fracaso de la sesión “afecta no solamente al oficialismo, sino a la oposición. Estos son los riesgos que se corren cuando los canales de diálogo no son demasiado fluidos”. Pampuro consideró que están dispuestos a aceptar la mayoría opositora cuando “aparezcan los 37 senadores”. “Vamos a usar nuestra facultad de plantear ‘junten el quórum y, tomada esta decisión, nosotros estamos dispuestos a aceptarla, pero hasta tanto ustedes no tengan la mayoría que dicen tener, nosotros también nos mantendremos en nuestra posición’”, razonó.

“Varios senadores que han demonizado a Carlos Menem, hoy están desesperados para encontrarlo para que pueda votar por ellos para hacerle daño al Gobierno”, estimó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que había confesado hace tiempo que le tiene un “afecto personal” al ex presidente. “La ausencia de Menem demostró que no tenían los 37 votos que dijeron que tenían. Entonces, las cosas hay que volver a discutirlas”, reclamó.

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“Menem es como Palermo, dicen que está acabado, pero de vez en cuando hace buenos goles”, dijo Kohan sobre su Jefe.
Imagen: Carolina Camps
 
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