“Mauricio Macri y su ministro de Educación, Esteban Bullrich, han establecido la censura ideológica en la educación pública de la Ciudad, profundizando así un ataque contra libertades y derechos democráticos básicos que daña especialmente los derechos a la educación, a la producción de conocimiento y al acceso a la información. Así, a pocos días de cumplirse 34 años del golpe de 1976, asistimos a la restauración de prácticas antidemocráticas propias de regímenes políticos totalitarios.” Con este argumento, los docentes que elaboraron los Materiales del Bicentenario para las escuelas porteñas y cuya publicación fue cercenada por orden de Bullrich realizarán hoy, a las 18, una concentración frente a la Jefatura de Gobierno.

Hace dieciocho meses un equipo de historiadores convocados por la Dirección de Currícula de la cartera educativa porteña empezó a trabajar en la elaboración de materiales complementarios para abordar el Bicentenario de la Independencia. Textos, fichas, láminas, líneas de tiempo, pensados para cada nivel –desde Inicial hasta Media–, fueron aprobados por el ex ministro de Educación macrista Mariano Narodowski y enviados a imprenta en diciembre. En febrero, inclusive, el equipo técnico-pedagógico recibió felicitaciones por la calidad del material. Todo cambió con la asunción de Mercedes Miguel como directora de Planeamiento, quien deslizó que habían hecho ver los materiales por “un sector muy influyente en la sociedad” que los había cuestionado. En buen romance, la Iglesia.

El vicario para la Educación del arzobispado de la ciudad de Buenos Aires, Juan Torella, se comunicó ayer con Página/12 para aclarar que “jamás llegó a mis manos ese material. Nadie de mi gente lo vio”.

–En el Ministerio de Educación comentaron que gente de la Vicaría había cuestionado los textos...

–No sé si no habrán encontrado ese pretexto para no asumir la decisión que tomaron. Eso no quiere decir que quizá nosotros, de haberlos visto, hubiéramos opinado en discordancia. Nos hubiera gustado que hubieran tenido la delicadeza de consultarnos por éste y otros temas.

En la introducción de los textos pensados para el nivel medio, los historiadores explican: “Dentro de los nuevos temas que se comenzaron a discutir en este resurgimiento de la historia política se encuentra el estudio de los sectores populares como sujetos activos de la historia, sus modos de intervención y su pensamiento político (...) Reconociendo una influencia directa de los escritos de Gramsci que planteaban su interés por la recuperación de la historia de los grupos sociales subalternos a los que definían como ‘cualquiera que esté subordinado en términos de clase, casta, edad, género y oficio o de cualquier otro modo”.

La concepción gramsciana es uno de los fantasmas que persigue al titular de la Comisión de Educación del Episcopado, el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer. Ante las reacciones de los pedagogos de la Dirección de Currícula, la solidaridad de delegados de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de otros gremios y organizaciones sociales, los colaboradores de Bullrich fueron apelando a distintos argumentos para justificar la no publicación de los materiales. Primero adujeron razones presupuestarias, luego admitieron difundir en CD los destinados al nivel inicial y primaria. En el caso de los textos elaborados para el secundario no se admitió ni siquiera la sugerencia de que fueran “colgados” en la página web para que los docentes pudieran utilizarlos.

Uno de los historiadores, que pidió reserva de su nombre, explicó a Página/12 que “nos dijeron que los materiales para Media son los que menos le gustaron a Esteban (Bullrich). Recorren 1810-2010 en dos ejes, pensando al Estado como una construcción colectiva y privilegiando la mirada de acción de grupos subalternos, buscamos mirar formas de intervención, formas de asociaciones, escenarios de conflictivdad y resistencia. Esta fundamentación está explícita. Como en los relatos tradicionales estos sujetos están poco visibles, desde el ministerio y, acompañando los contenidos mínimos que también los privilegian, buscamos esas miradas”.

La concentración convocada para hoy frente a Bolívar 1 le reclama al gobierno macrista “la inmediata publicación y distribución a las escuelas públicas de la Ciudad de los Materiales del Bicentenario, respetando su integridad”, “la plena vigencia de los principios laicos y democráticos de la educación pública” y que “la enseñanza recupere el papel histórico de los trabajadores y las clases populares, de sus luchas y tradiciones políticas y culturales, en la formación de sujetos críticos y socialmente comprometidos”.