El titular de la UCR, Ernesto Sanz, y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, se sumaron a la pelea entre el oficialismo y el vicepresidente Julio Cobos por la modificación del impuesto al cheque aprobada la semana pasada en la Cámara alta. Tanto Sanz como Carrió salieron a respaldar la actitud del presidente del Senado, quien avaló que se vote el proyecto con mayoría simple y no con mayoría absoluta, como establece el artículo 75, inciso 3, de la Constitución. El jefe radical aseguró que “Cobos debe quedarse” en el cargo, mientras que la chaqueña –enemiga declarada del compañero de fórmula de Cristina Kirchner– sorprendió al señalar que “hay que respaldar a Cobos como vicepresidente y presidente del Senado”. Por el oficialismo volvieron a criticarlo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Desde el Gobierno aseguraron que no impulsarán un juicio político al vicepresidente, pero revelaron que cualquier particular puede denunciarlo penalmente, tal como sucedió ayer mismo.

Por primera vez se realizó una presentación judicial contra Julio Cobos desde su paso a la oposición. A diferencia de las reiteradas oportunidades en las que el vice actuó en contra del Ejecutivo, esta vez dos abogados, Antonio y Darío Liurgo, presentaron de forma particular una denuncia por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad”, tras haber avalado la aprobación con mayoría simple la modificación del impuesto al cheque. La causa quedó radicada en el juzgado federal de Daniel Rafecas. El texto del escrito advierte sobre “el original accionar” de Cobos, que “carece de antecedentes a nivel mundial”. Incluso los letrados solicitaron que el vice sea sometido a una “pericia psiquiátrica y psicológica”, ante la posibilidad de que pudiera ser declarado inimputable.

“Se trata de un hostigamiento psicológico para lograr quebrarlo, que se canse y se vaya. Pero desde el punto de vista electoral lo favorece porque lo polariza con Kirchner”, sostuvo el intendente de Junín, Mario Meoni, quien analizó la situación junto a Cobos. Para los cobistas, la denuncia fue promovida por el jefe de Gabinete.

“Son cosas distintas: una cosa es el juicio político, y otra cosa es eventualmente una denuncia que cualquier particular puede hacer por incumplimiento de los deberes de funcionario público, porque él tiene la responsabilidad y la obligación de respetar la supremacía de la Constitución nacional”, había señalado Aníbal Fernández, tras descartar el impulso de un juicio político por parte del Gobierno. Sostuvo que Cobos se ha puesto “al frente” de una oposición a la que definió como un “puchero de mondongo”, donde todos se han juntado “para enfrentar al Ejecutivo”.

La líder de la Coalición Cívica sorprendió ayer con su defensa al vicepresidente. “Me preocupa que se golpee a las autoridades, hay que respaldar a Cobos como vicepresidente y presidente del Senado, y a Fellner. No me parece bien que se lo presione tanto desde el oficialismo como desde sectores de la oposición. No le estamos haciendo un favor a la institucionalidad. Hay que dar racionalidad a este proceso”, sentenció Lilita, en una impasse de sus habituales dardos al vice. Como titular de la UCR, Sanz salió a defender al vicepresidente: expresó el “total respaldo” a Cobos y aseguró que “tiene que quedarse” en el cargo. “Los ataques a Cobos no son otra cosa que una deliberada y grosera intención de sacarlo del medio porque, obviamente, el Senado presidido por Cobos es una cosa y, si lo presidiera un oficialista, sería otra cosa”, afirmó.

Antes de tomar una decisión respecto de la media sanción, el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, le pidió ayer a Julio Cobos la versión taquigráfica de la sesión. Fuentes del Senado aseguraron a Página/12 que el recurso administrativo realizado la semana pasada por el titular del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, fue presentado media hora después de que el vicepresidente remitiera a Eduardo Fellner el expediente con la media sanción del Senado.