El titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, encabezó ayer un acto en el Hotel Bauen, donde distintos sectores expresaron su apoyo a la reelección del dirigente a la cabeza de la federación. “Estamos discutiendo si queremos una CTA testimonial, eje de un oposicionismo permanente, o una central capaz de articular el movimiento político y social, en el que sosteniendo el rumbo intentemos ir por más”, afirmó Yasky. “Es importante ganar las urnas –dijo–, pero también hay que ganar las calles.”

Esta suerte de lanzamiento oficial tuvo lugar a tres meses de las elecciones que definirán al próximo titular de la CTA para el período 2010-2014. En la elección que se hará el 23 de septiembre, el espacio liderado por Yasky se enfrentará a la corriente que encabeza el dirigente Víctor De Gennaro, más cercano a Proyecto Sur y a Fernando “Pino” Solanas.

“Nuestro espacio es uno de los tantos en los que estamos intentando construir la unidad del campo popular”, expresó Yasky al cerrar el acto en el Salón Cascada del hotel recuperado por sus trabajadores. De acuerdo con el dirigente, la central tiene por delante “una agenda de temas que podremos plantear en la medida en que se consolide el proceso en Latinoamérica”, y consideró que, en ese sentido, la principal prioridad será desarrollar “un plan de lucha que tenga como premisa la continuidad de este proceso”.

Quien desde 2006 lidera la central obrera aclaró que la posición que defiende es más que una postura posibilista. “En la actual coyuntura, la derrota del kirchnerismo sería un retroceso enorme, cuyas consecuencias son aún imprevisibles”, analizó.

Lo escuchaban con atención cerca de un centenar de asistentes que colmaron la sala del Bauen. Algunos de ellos (“los más jóvenes”, pidieron los organizadores) presenciaron todo el acto de pie. Varios de ellos eran miembros de distintas organizaciones, como el Movimiento Popular Patria Grande, la Agrupación Envar El Kadri y la corriente política Discépolo, que incluso se animó a plantar una colorida bandera en la sala.

“El escenario de la disputa nos sitúa con enemigos que nosotros ya conocimos antes y que no podemos subestimar –continuó Yasky–. Existe un gobierno que se salió del molde, del surco que habían trazado los sectores de poder. No podemos decir alegremente que da lo mismo quién gobierne en 2011.” Allí comenzaron las críticas a la corriente encabezada por De Gennaro, a quien el actual titular de la central se cuidó de mencionar. Sin embargo, justificó su lugar de “apoyo crítico” al gobierno de Cristina Kirchner y disparó contra “los que se proclaman vírgenes y ya tuvieron una luna de miel con algunos personajes”. “Algunos que ahora se quieren hacer los escandalizados votaron junto al Grupo A, es decir, con la reacción de este país”, disparó.

Por último, el ex titular de Ctera hizo referencia al supuesto enfrentamiento entre las principales centrales obreras del país y dejó en claro que “en ninguna hipótesis de conflicto la CGT es enemiga de la CTA”. “Cuando fue la disputa por la ley de medios, marchamos juntos –ejemplificó Yasky–. Dividir favorece a la reacción. Esa es la relación madura que tenemos que construir con ellos.”

Momentos antes se leyeron algunas de las adhesiones. Una de ellas expresaba el respaldo a Yasky por ser “un fiel soldado de la causa nacional y popular”. Otra, de los integrantes de ATE-Legislatura, resumía su apoyo desde el título del comunicado: “Técnico ganador no se cambia”. En pleno clima mundialista, no fue la única metáfora futbolera del encuentro. Al inicio, el historiador Norberto Galasso opinó que “todo lo que no haga el Gobierno, porque no quiere o porque no puede, hay que hacerlo desde abajo”. Y sostuvo: “No hay mejor defensa que un buen ataque”. “La profundización es fundamental”, resumió Galasso, que no ahorró críticas para el sector de la CTA más cercano a Solanas. “Hay jóvenes que en su desesperación por el cambio confunden a (Hugo) Biolcati con Mao Tsé-tung y se han puesto al lado de la Mesa de Enlace –ironizó–. Deberían tener en cuenta uno de ciertos axiomas básicos de la lucha política como, por ejemplo, saber dónde está el enemigo principal.” El ensayista dijo que “es absurdo plantear que las asignaturas pendientes del Gobierno las pueden llevar adelante los opositores al Gobierno. Aquellos que quieran ir más allá tendrán que ponerse a su lado y empujar para que las hagan”.

Informe: Federico Poore.