Una vez más, el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución en la que insta a los gobiernos de Argentina y del Reino Unido a reanudar las negociaciones por la soberanía en las islas Malvinas, algo a lo que los británicos se niegan sistemáticamente. En esta ocasión, el reclamo incluyó el agravante de los trabajos de exploración de hidrocarburos que empresas británicas llevan adelante en la cuenca del archipiélago. El canciller Héctor Timerman, en su debut en un foro internacional, agitó el fantasma del peligro ecológico, dado el desastre que sufre el Golfo de México como consecuencia del accionar de la petrolera inglesa BP. “Estas actividades británicas, además de resultar una flagrante violación de lo dispuesto por el derecho internacional y un claro desprecio de la comunidad internacional, suponen una amenaza ambiental”, lanzó Timerman.

El comité está integrado por 24 países y realizó ayer su reunión anual en la sede de la ONU, en Nueva York. El proyecto de declaración sobre Malvinas lo presentó el embajador de Chile, Octavio Errázuris, y mereció un encendido apoyo de parte de todos los representantes de la región. “Esta rémora colonial que ofende a la Argentina ofende también a toda la América latina”, sostuvo, por ejemplo, en un enérgico discurso el representante uruguayo, José Luis Cancela. “Una herida profunda en nuestro continente”, la definieron los embajadores latinoamericanos.

En el primer tramo de su exposición, Timerman consideró que la situación en el Atlántico sur resultó “agravada” por la “decisión unilateral e ilegal del Reino Unido de transportar una plataforma para llevar a cabo prospecciones y eventualmente explotar” los recursos hidrocarburíferos de la zona. Resaltó que esa actitud contraría la resolución de la Asamblea General de la ONU que exhortó a no tomar medidas unilaterales y advirtió sobre “el corte belicista” que dice ver en las últimas declaraciones sobre el tema del gobierno británico.

En ese marco, el canciller argentino describió que el accionar inglés en las Malvinas está basado en la “rapiña de los recursos naturales no renovables de nuestro continente, a miles de kilómetros de sus fronteras y de su propio hábitat, al amenazar agotarse los recursos hidrocarburíferos del Mar del Norte”. Timerman cerró ante el foro internacional con el reclamo por “los derechos soberanos irrenunciables e imprescriptibles de la República Argentina sobre las islas Malvinas”.

El canciller estuvo acompañado por la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos –a cuya jurisdicción pertenecen las Islas Malvinas–; el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el kirchnerista Daniel Filmus; los también senadores socialista Rubén Giustiniani y radical Ramón Mestre y el representante argentino en las Naciones Unidas, Jorge Argüello.

Desde la llegada de los Kirchner a la Casa Rosada, en 2003, la cuestión Malvinas siempre mantuvo un lugar de privilegio en la agenda de la política exterior. Este año, el reclamo se incrementó a partir de la decisión británica de impulsar la exploración para la búsqueda de hidrocarburos y los anuncios posteriores de las empresas anunciando que habían encontrado petróleo de buena calidad. En ese sentido, es todo un gesto que el primer acto de Timerman como canciller haya sido ir a exponer en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Por cierto, el viaje ya estaba programado desde antes de la renuncia de Jorge Taiana y Timerman lo mantuvo.

A la salida del encuentro, el canciller sostuvo que “fue emocionante ver a nuestros hermanos latinoamericanos y de otros países del mundo que han brindado un apoyo tan entusiasmado”, y subrayó que “Argentina nunca va a perder la esperanza de sentarse con Inglaterra para encontrar una solución pacífica”. También destacó el apoyo que brindó a la postura argentina el embajador chino en las Naciones Unidas, quien por primera vez concurrió al recinto para leer su adhesión.