Domingo, 4 de julio de 2010 | Hoy
EL PAíS › ALAN IUD, ABOGADO DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO
Tiene 29 años y encabeza el equipo jurídico de las Abuelas. Dice que la imposibilidad de extraer el perfil genético de los hermanos Noble Herrera fue “muy llamativa” y que no cree que “pueda ser producto de una casualidad”. “Este caso se tiene que resolver igual que el resto”, señala.
Por Victoria Ginzberg
El equipo jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo está compuesto por cinco profesionales de entre 29 y 25 años. El viernes, los abogados que trabajan para el organismo de derechos humanos que encabeza Estela Carlotto estaban de mudanza. Con las paredes todavía peladas y mientras sus compañeros ayudaban a pasar cables y acomodar escritorios, Alan Iud, que dirige el grupo, habló con Página/12 sobre las causas y consecuencias vinculadas a la imposibilidad de obtener el perfil genético de los hijos adoptivos de la dueña de Clarín y el pasado y futuro de esa causa judicial.
–¿Qué creen que pasó para que no se pudiera obtener el perfil genético de Marcela y Felipe Noble Herrera?
–El resultado es muy llamativo y no creemos que pueda ser producto de una casualidad por los antecedentes que hay en esta causa. Hubo un allanamiento en el que la policía demoró más de una hora en ingresar y episodios extraños, como la rotura de una manija de la caja fuerte del juzgado de Conrado Bergesio (el anterior juez de la causa). A esto se suma este resultado, nunca vimos un resultado así. Todo lleva a creer que es posible que hubieran sabido que el procedimiento se iba a realizar y hubieran llevado prendas que ya contenían ADN de otras personas. Es una hipótesis razonable. No tenemos la prueba ni la certeza de eso. Tenemos una serie de elementos que nos hacen pensar que es factible.
–¿La muestra no pudo haberse contaminado en el laboratorio?
–Lo descartamos completamente. Todas las prendas fueron tomadas por técnicos bajo control de los abogados de Marcela y Felipe Noble, los secretarios del juzgado y testigos. Quedaron reservadas en bolsas y sobres preparados para eso, que rubricaron todas las personas que estaban presentes. Eso fue conducido al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) acompañado por los abogados de Marcela y Felipe. Cuando se abrieron las bolsas en las que estaba reservado el material, todos concurrieron a reconocer sus firmas. Hasta ahí no hubo posibilidad de contaminación. En el laboratorio todo el tiempo hubo presencia de los peritos de parte. Realizaron el procedimiento de forma conjunta y firmaron el informe. El informe dice muy claro que no se pudo obtener un perfil genético individualizable y no se pudo hacer el entrecruzamiento. Sus peritos también tienen que haber controlado que no haya habido contaminación en el laboratorio. De otra forma, se deberían haber negado a firmar ese informe y presentado otro en el que se dijera que hubo contaminación en el laboratorio.
–¿Pudo haber una contaminación “natural”, es decir, que alguien haya tocado la ropa y que no sea culpa de nadie?
–Desde nuestra experiencia no parece razonable. No es la primera vez que se toman muestras de este tipo y sí es la primera vez que hay un resultado de estas características. Hay cosas que tienen que profundizarse, por ejemplo, en qué prenda había qué cantidad de perfiles genéticos, con qué intensidades aparecían. Son aclaraciones que tienen que hacer los peritos. Sería mucha casualidad que algo que nunca sucedió suceda por obra y gracia del destino en esta causa.
–Pero sí hubo otros casos en los que hubo que repetir los allanamientos
–Hubo casos en los que se obtuvieron prendas que no tenían ADN: sábanas limpias, ropa interior limpia, o que tenían ADN de varias personas, pero nunca se llevaron tanta cantidad de prendas ni tenían todas las prendas tanto material como al parecer había acá. En esos casos se repitieron los allanamientos y en muchos de ellos se comprobó que se trataba de hijos de desaparecidos. Hay casos en los que hubo una evidencia notoria de que fueron fraguados. En el caso de Alejandro Sandoval no caben dudas de que fue preparado porque lo dijo Alejandro.
–¿Cómo se hace el estudio?
–Los peritos seleccionan algunas prendas, por ejemplo, medias, y cortan una parte de la media en la que consideran que puede haber ADN. Luego empiezan con la operación química para tratar de detectar si hay ADN. Clarín publicó un escrito de los abogados en el que pidieron una alícuota del material a analizar. Cuando empezó la pericia, la directora del Banco explicó que no se puede entregar una alícuota porque el material no es homogéneo. Es decir, no le pueden dar una parte de la media, porque al no ser un material homogéneo, como sí es la sangre, puede ser que una parte de la media tenga ADN y otra no. Eso se hizo constar en actas en presencia de los abogados de Marcela y Felipe Noble y de los peritos de parte. Ninguno objetó y todos firmaron el acta.
–¿Pero el BNDG sí podría entregar lo que se extrae de la media?
–La muestra que se secuencia, si tiene resultado positivo, permite obtener un perfil genético que se plasma en un electroferograma. El electroferograma se puede compartir. Si ellos quieren controlar que un electroferograma, es decir, su perfil genético, esté bien, pueden ir a un laboratorio privado, sacarse sangre y chequear que sea el de ellos.
–¿Podría usarse la sangre que Felipe y Marcela Noble se sacaron en el Cuerpo Médico Forense pero se niegan a que se cruce con el Banco?
–Es algo que hay que evaluar a partir del testimonio de los peritos. Hay un riesgo grande por el paso del tiempo. No hay constancia de que se hayan tomado recaudos para su conservación. El Cuerpo Médico Forense tomó las muestras en un papel que no es el que se utiliza habitualmente para este tipo de estudios, por lo menos, no es el que usa el BNDG, y si alguien tocó el papel, también puede estar contaminado. Cabe la posibilidad de que de esa sangre tampoco se pueda obtener un perfil genético. Si se obtiene, nosotros creeríamos que si se tomaran algunos recaudos más, es una hipótesis. Esto desde lo técnico. Desde lo legal, nos parece que no debería haber obstáculos para que se utilice. Cuando uno aporta una prueba a una causa, la aporta y punto.
–¿No hay riesgo de que la Corte Suprema, que rechazó en un caso la extracción compulsiva de sangre, lo anule?
–Acá no hubo compulsividad. Ellos la entregaron voluntariamente, lo que no consienten es que se use en tal o cual sentido.
–¿Y usarla no violaría según la Corte su derecho a la intimidad?
–A mi criterio no. La Corte, cuando resuelve los casos Prieto, dice que, cuando se investiga la apropiación de niños, si la víctima no consiente realizar el análisis de ADN, el análisis se tiene que realizar igual, pero obteniendo el ADN sin someter a la presunta víctima a coacción o que la coacción sea la mínima necesaria. La Corte considera que el allanamiento es menos lesivo que una extracción compulsiva de sangre. Lo que no es una opción es decir que la causa se cierre porque no se quieren analizar. La voluntad de la persona condiciona cómo se obtiene el ADN, no si se obtiene o no. Si ellos consideran más violatorio el allanamiento y la requisa que la extracción compulsiva, que vengan mañana y den sangre. Eso sería lo razonable.
–La ley establece que en última instancia se puede hacer una extracción compulsiva, ¿eso se contradice con lo que dijo la Corte o no?
–Desde nuestra prespectiva, en el fallo Prieto la extracción se rechaza porque no se había practicado un allanamiento antes. Cuando se sanciona la ley el año pasado, se habla de que los métodos alternativos deben usarse siempre que puedan alcanzarse igual eficacia que con otras medidas. Si los métodos alternativos no son eficaces, es legítimo obtener ADN de forma obligatoria. Pero es siempre el último peldaño de la escalera.
–¿Van a hacer un planteo concreto en ese sentido?
–Hay que terminar de ver si hay métodos alternativos que puedan ser eficaces. Para eso es importante el testimonio de los peritos.
–¿Ellos podrían asegurar si fue una contaminación casual o si se contaminó a propósito?
–No creo que pueda establecerlo con certeza, pero podrían aportar información que aclare eso. Y también sobre la fiabilidad del uso de la sangre que hay. Si se descarta todo, de alguna forma hay que obtener el ADN porque es la única forma de resolver esto. Hay una orden de la Cámara de San Martín que expresamente ordena obtener ADN. Ellos también tienen obligación de cumplir las ordenes judiciales porque son parte en la causa, se sometieron a un litigio, sea por decisión propia o no, y tienen que acatar lo que resuelva la Justicia.
–El ex juez Gabriel Cavallo, que representa a Herrera de Noble, dice que el BNDG no es fiable porque las muestras de las familias no están completas.
–Plantean que hay un defecto en el Banco que les impide el control porque no está el material biológico de todas las familias. Todas las familias entregaron su material biológico, el Banco lo procesó y en la mayoría de los casos lo conserva. Hablamos de miles de muestras. Cada vez que se hace una pericia, no puede estar verificando el perfil de los familiares, porque cada pericia tardaría años. Como es un Banco, tiene el perfil genético decodificado. Si ellos quieren controlar el resultado, si hay un resultado positivo, se puede convocar a esas familias para que nuevamente entreguen material biológico o usar el material del Banco, y si los familiares están muertos se pueden exhumar los cuerpos.
–Pero dicen que algunos grupos familiares no están completos y que entonces el resultado puede ser indefinido.
–Según la información que tenemos, en todos los casos que tienen denuncias en Abuelas o en Conadi, el Banco tiene material para dar un resultado certero. No es que no quiera dudar de la buena fue de Cavallo, pero evidentemente están mal asesorados por la doctora Ana María Di Lonardo, que fue directora del Banco hasta 2006. Se quedan con la impresión de lo que fue el Banco hasta ese momento y no saben todo el trabajo que se hizo para incorporar y completar esos grupos.
–Ellos hablan de la ruptura de la cadena de custodia...
–Dicen que cuando Di Lonardo dejó de ser directora se rompió la cadena de custodia. Eso es falso porque el Banco no quedó acéfalo, quedaron otras personas a cargo y el Banco, además, siempre tiene custodia policial. Además, ya lo explicó un grupo de científicos: si se modificara el electroferograma donde está el perfil genético de una persona, sería fácilmente detectable por cualquier experto. El planteo es absurdo: estamos hablando de que en 2006 tendrían que haber modificado el perfil genético de X familia para que en 2010 dé positivo con dos personas cuyo ADN no tenemos. No hay chances de eso. Es materialmente imposible provocar una coincidencia con algo que no conoce.
–Si se logran hacer los estudios y no se puede establecer ninguna coincidencia con las familias que hay en el Banco, ¿es un fracaso?
–Si se obtiene un perfil genético indubitable, se analiza y se excluye, no es ningún fracaso. El fracaso sería que esto quede en la nebulosa. Para nosotros no hay certezas de que sean hijos de desaparecidos, lo que hay es una hipótesis más que razonable sustentada por la propia Herrera de Noble en su carta pública de 2003. El punto es que se resuelva igual que el resto de los casos. Muchas veces se hacen análisis de gente que se cree que pueden ser hijos de desaparecidos –algunos voluntariamente, otros en forma no voluntaria– y el resultado es negativo. Pero si el resultado es positivo sí sería un éxito porque significaría que una abuela encontró su nieto. El objetivo de las Abuelas es encontrar a sus nietos.
–Ellos dicen que este caso es diferente porque está en medio de una disputa política. ¿Se sienten en medio de esa pelea?
–La pelea entre el Gobierno y el Grupo Clarín es un dato de la realidad. Pero se puede hacer un análisis objetivo del desarrollo de esta causa y advertir que no tiene el impacto que pretenden instalar. La única incidencia es en el debate público. Esta causa se forma en el año 2001. A fines de 2002 es detenida Ernestina Herrera de Noble y ya se la señala como una causa politizada. Entre 2004 y 2008 estuvo parada por distintos recursos. El gran vuelco es con posterioridad a los fallos de la Corte de agosto del año pasado, cuando la Cámara de Apelaciones le ordena al juez tener en cuenta el nuevo criterio de la Corte. La Sala II de la Cámara de Casación rechazó este año tres recursos de Marcela y Felipe Noble y Ernestina Herrera de Noble y no es una sala que pueda señalarse como vinculada con el Gobierno. Fue una sala muy criticada por los organismos de derechos humanos por sus fallos en la causa ESMA y no me extrañaría que en otra cuestión puntual puedan fallar a favor de ellos. Esta sala suspendió los análisis que iban a empezar en marzo. Hubo un desarrollo judicial que cambió el día que la Corte Suprema sacó el fallo Prieto y después se fueron resolviendo cuestiones en la Cámara de Apelaciones.
–Clarín habla de una revictimización de Marcela y Felipe Noble.
–No estamos en diálogo con ellos, pero es razonable que sientan esto como una revictimización, el tema es quién realiza la revictimización. Por otro lado están los derechos de las Abuelas que buscan a sus nietos. La forma de terminar con esto y que puedan empezar a salir de esta condición de víctima y hacer su vida como mejor les parezca es poniendo fin a esta causa, analizándose. Que se establezca la verdad y que ellos decidan lo que quieran hacer. Nadie les va a imponer nada.
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