Sin acuerdo sobre una posible intervención a la provincia de Santa Cruz, el Grupo A le encargó al diputado radical Ricardo Gil Lavedra la búsqueda de una “alternativa jurídica” que unifique las diferencias que le impiden al entramado opositor avanzar en un proyecto común en la Cámara baja. El ex camarista ya trabaja en la redacción de un “paper” sobre la fundamentación de una “intervención no tradicional” –que circulará entre los distintas bancadas opositoras– para hacer cumplir el fallo de la Corte Suprema de reponer en su cargo al ex procurador santacruceño, resistido por el gobierno nacional y el gobernador Daniel Peralta. El martes que viene volverán a reunirse, aunque no insistirán con la iniciativa hasta que no se alcancen coincidencias en todo el arco opositor.

Las divergencias opositoras alrededor de la intervención a la provincia patagónica frustraron el intento inicial de una rápida embestida en el Congreso para respaldar la resolución de la Corte de reponer en su cargo a Eduardo Sosa. El nuevo encuentro de ayer por la tarde intentó unificar posiciones, pero la mayoría de los concurrentes ratificaron sus posturas encontradas.

La cívica Patricia Bullrich dijo que la fuerza que conduce Elisa Carrió no respaldará ningún proyecto intervencionista. Mónica Fein aseguró que el socialismo no respaldará una intervención e insistió en convocar a Peralta y Sosa a la Comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados para buscar “una salida política a la crisis institucional”. La peronista disidente Graciela Camaño, que preside la comisión por donde deberá pasar el proyecto antes de llegar al recinto, tampoco avaló la intervención.

En cambio, la Peronista Federal Natalia Gambaro defendió la postura más dura promovida por Francisco de Narváez, de intervenir la provincia y llamar a elecciones en 90 días. Margarita Stolbizer, del GEN, no fue de la partida pero ratificó su proyecto, similar al del PJ disidente. El macrismo, que impulsa una intervención de sólo tres días para reponer a Sosa, no tuvo representantes en la reunión.

Gil Lavedra fue la vedette del encuentro. Todos esperaban la palabra del constitucionalista que redactó el proyecto radical de una intervención acotada. El ex camarista explicó los fundamentos de los que consideró una “injerencia” y una “intervención no tradicional” para cumplir con el fallo de la Corte. “Creo que se entendió bien entre el resto de los diputados de los distintos bloques y me pidieron que lo volcara en papel para que todos pudieran analizarlo. De todas maneras, la base de un posible acuerdo seguirá siendo el texto del proyecto de la UCR”, dijo Gil Lavedra a Página/12.

El Grupo A volverá a analizar las propuestas el martes que viene al mediodía, nuevamente en la oficina de Camaño. La otra coincidencia fue el acuerdo de no avanzar con el tema hasta que haya consenso en todo el entramado opositor, para que las diferencias no vuelvan a producir fisuras que compliquen el trabajo parlamentario conjunto y que ya produjo varias frustraciones cuando las diferencias no le permitieron reunir quórum propio para sesionar.