EL PAíS › LA EX JUEZA AIDA KEMELMAJER DE CARLUCCI DECLARO EN EL JURY CONTRA LUIS MIRET

Un testigo del acusado que no dijo mucho

La ex presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Mendoza declaró a pedido del suspendido camarista. Dijo desconocer los hechos por los cuales se lo acusa y se limitó a consideraciones genéricas. Explicó que la relación entre ambos se limita al ámbito académico.

La ex presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Mendoza Aída Kemelmajer de Carlucci dijo desconocer ayer los hechos por los que el Consejo de la Magistratura somete a juicio político al suspendido camarista Luis Francisco Miret. La ex jueza explicó que su relación se limita al ámbito académico y, ante una pregunta del acusado, sólo apuntó que “era de los jueces sobre quien la gente no hablaba mal”. El jury continuará el lunes con el alegato de los consejeros Hernán Ordiales y Carlos “Cuto” Moreno. El miércoles se conocería el veredicto.

Miret renunció al cargo de juez de la Cámara Federal de Mendoza cuando se convirtió en imputado de la causa que investiga delitos de lesa humanidad en Mendoza. No pudo evitar el jury de enjuiciamiento porque la presidenta Cristina Fernández le rechazó la renuncia. La principal acusación en su contra es por omitir investigar y/o denunciar torturas y violaciones a un grupo de presos políticos en el Departamento de Informaciones (D2) de la policía de Mendoza, en agosto de 1975, a la que concurrió en carácter de juez federal subrogante.

La presencia de Kemelmajer de Carlucci había generado expectativa en el Consejo porque el propio Miret la ofreció como testigo de concepto. Su breve declaración, sin embargo, se limitó a consideraciones genéricas e, igual que el resto de los testigos ofrecidos por Miret, le aportó poco y nada. Aclaró que lo conoció cuando ambos estudiaban abogacía en Mendoza, pero que no siguió su carrera y que incluso desconocía los cargos que ocupó antes de ser camarista. “Tuvimos poco vínculo en mis veintiséis años en la Corte porque la Justicia provincial casi no tiene relación con la federal”, afirmó. Agregó que sus contactos de los últimos años fueron por cuestiones académicas: un posgrado donde ambos dictaban distintos módulos. “A veces me ha pedido que le mande documentación de lo que yo doy para después no repetirlo, ése es el contacto: intercambio de material docente, siempre muy cordial”, minimizó Kemelmajer, recurrente aspirante a integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

“Los cuestionamientos públicos a Miret son del año pasado. Antes de eso no ha habido, por lo menos en los últimos años (y) que me acuerde, cuestionamientos por los diarios ni nada”, expresó la testigo. Cuando el propio juez suspendido le preguntó qué concepto tenían sobre él sus pares, la ex jueza respondió que “hasta el momento de los últimos acontecimientos usted no era de los jueces de los que la gente habla mal”. “La gente nunca habla bien de los jueces, pero usted no era de los que se habla mal”, le concedió. Por último y ante una pregunta de la acusación, la jurista admitió no tener conocimiento de los expedientes donde Miret está acusado por connivencia y aval de torturas y violaciones a detenidos en 1975.

Más duro aún fue el traspié de Miret el miércoles. El abogado penalista Oscar Dimas Agüero sorprendió porque, convocado como testigo de concepto por la defensa de Miret, su testimonio fue finalmente adverso para el magistrado. El ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo, donde Miret daba clases hasta el año pasado, sugirió que el acusado no era un juez ecuánime e incluyó en su relato una experiencia personal ocurrida durante la última dictadura. Dijo que pidió ingresar a la cárcel provincial en compañía de un escribano para gestionar un trámite con un detenido, pero que Miret, nombrado camarista tres meses después del golpe de Estado, le negó el ingreso porque el notario hubiera podido constatar las heridas de los presos.

El testimonio del fiscal federal general Omar Palermo, previsto originalmente para ayer, finalmente fue desistido por los acusadores Ordiales, que representa al Poder Ejecutivo, y Moreno, diputado del Frente para la Victoria. Palermo es quien sostuvo la acusación contra Miret en el juicio penal por delitos de lesa humanidad en Cuyo, antes y después del golpe de Estado. Fue además quien organizó y unificó las causas atomizadas con el visto bueno de los magistrados federales, tarea que permitió concretar el primer juicio a represores en la provincia. Su declaración fue ofrecida por el ex consejero Héctor Masquelet, autor de la acusación contra Miret, y desistida por la nueva composición, por considerar que los hechos que originaron el jury están suficientemente probados.

El próximo lunes será el turno de los alegatos de la acusación. El mismo lunes o, a más tardar, el martes alegará la defensa y se clausurará el debate. El miércoles el jury anunciará si destituye o no a Miret. El tribunal está integrado por los jueces Carlos Bossi y Alejandro Tazza, los senadores Eric Calcagno y José Manuel Cano, los diputados Jorge Landau y Daniel Katz, y la abogada Verónica Pedrotti.

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La ex jueza no le aportó demasiado a Luis Miret con su testimonio.
Imagen: Gentileza Diario Los Andes
 
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