Después de una década de espera, el ansiado proyecto de la sede única se encuentra cada vez más cerca. Tras el reclamo de docentes y estudiantes que exigieron durante años la construcción de un espacio que cobijara a todas sus disciplinas académicas, la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA inaugurará hoy su nuevo edificio, en el barrio de Constitución. El decano Sergio Caletti y el rector Rubén Hallu presentarán oficialmente las nuevas instalaciones de la facultad. Durante la recorrida por la sede ubicada en Santiago del Estero al 1000 se informará, además, sobre los detalles de la licitación que dará paso a la construcción de la tercera y última etapa, dividida en dos fases, y cuya primera parte está prevista que comience en mayo. Según anunciaron desde la UBA, todo está listo para que el 14 de marzo, con el inicio de las clases, se trasladen Ciencias de la Comunicación y Ciencia Política, que se sumarán a Trabajo Social. El traspaso se completará con la mudanza de Sociología y Relaciones del Trabajo, actualmente en Marcelo T. de Alvear.

El anuncio generó una catarata de optimismo. Fuentes de la UBA aseguraron, en diálogo con Página/12, que cuando el edificio de Sociales esté terminado será “la obra más grande pensada por la Universidad después de Ciudad Universitaria”. Con la finalización de la segunda etapa –que demandó dieciocho meses de trabajo y representó una inversión de 23 millones de pesos– se incluyeron 10.000 metros cuadrados a los 3400 ya existentes. El edificio fue pensado para que ocupen cuatro pisos y un subsuelo con aulas-estudio para enseñanza y producción audiovisual. Se estima que habrá espacio suficiente para 60 aulas más un auditorio con capacidad para 700 espectadores y un subsuelo. Su concepción incluye, además, sanitarios especiales y rampas de acceso para personas con movilidad reducida.

La finalización de la tercera etapa está subdividida en dos partes. Mientras la primera fase fue pensada para terminar la construcción del espacio destinado a aulas y comedor, el segundo tramo se destinará a la edificación del cuarto piso, las oficinas administrativas, el decanato, la biblioteca e institutos de investigación. Se esperan cubrir 10.450 metros cuadrados durante este tramo.

Pero no todas fueron rosas en el largo camino hacia la concreción del edificio único. En 2008, los alumnos iniciaron una toma en Marcelo T. durante una semana, que luego se trasladó a las otras sedes, después de denunciar la caída de un trozo de mampostería que había lastimado a una estudiante. Con altas y bajas, el descontento de los estudiantes que reclamaban mejoras edilicias fue una constante durante los últimos años. Los conflictos tuvieron su clímax con el incremento de la matrícula durante los ’90, cuando muchos jóvenes se volcaron a estudiar Ciencias de la Comunicación, carrera que se cursará próximamente en la sede de Constitución.

Si se pensara en algo así como una escala de enfrentamientos por el edificio único, después de la protesta de 2002, cuando los estudiantes ocuparon el rectorado de la UBA durante cuarenta días, la toma de las tres sedes de Sociales del año pasado, que incluyeron incidentes en el Ministerio de Educación y la ocupación del Palacio Sarmiento –con cinco estudiantes heridos y once detenidos–, se colocaría en el segundo lugar del ranking.

A partir del traslado a Constitución, según el vocero de la UBA, el edificio que deja Comunicación y Ciencia Política será utilizado como sede administrativa del CBC. Y aunque en diciembre hubo un sondeo del rector Hallu para que las carreras de Marcelo T. se mudaran a Parque Centenario, finalmente el decanato de Sociales rechazó ese ofrecimiento. “El presupuesto total que la Universidad está recibiendo en concepto de obras por parte del gobierno nacional es histórico”, dijo la fuente consultada.