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Después de cinco horas de espera, frente a cuatrocientos policías que les impedían el paso, los miembros de las organizaciones piqueteras pudieron completar ayer su marcha hacia el Ministerio de Desarrollo Social. Habían llegado al mediodía hasta el cruce de la avenida 9 de Julio y San Juan con intenciones de reclamar “un aumento general de salarios, equivalente a una canasta familiar, la duplicación del monto de los planes sociales, trabajo genuino, cobertura social para todos los desocupados, desprocesamiento de todos los luchadores sociales y castigo a los responsables de la muerte de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán”. Pero cuatro cuadras antes del ministerio se encontraron con un gran cordón policial con órdenes de no dejar pasar a los piqueteros “armados con palos”.
Mientras esperaban que les abrieran el paso, y asegurando que pasarían “sea como sea”, parte de la delegación, entre los que se encontraban representantes del Polo Obrero, del Movimiento Territorial de Liberación (MTL), Barrios de Pie, Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) y de la Corriente de Trabajadores Desocupados (CTD) Aníbal Verón, se dirigió a Casa de Gobierno. Allí fueron recibidos por el viceministro del Interior, Cristian Ritondo; el jefe de gabinete del Ministerio de Trabajo, Jorge Rampoldi, y el coordinador de Desarrollo Social, Gonzalo Calvo. La reunión entre funcionarios y piqueteros se realizó en el despacho de Ritondo y no resultó “ni positiva ni negativa”, según indicó Alberto Ibarra, dirigente del MTL. “Nos fuimos con la promesa de la cartera de Trabajo de resolver las bajas de los planes sociales y la cantidad de alimento que debe ser repartido en los comedores”, explicó.
Tres horas después, los delegados de las agrupaciones de desocupados volvieron al punto donde los aguardaba el resto de sus miembros, con la promesa de una nueva reunión con la titular de Desarrollo Social, Nélida Doga, la semana próxima. Camiones hidrantes, policías con perros y lanzagases y efectivos de la Guardia de Infantería les seguían impidiendo el paso. Finalmente, la orden de dejarlos pasar llegó y los miles de piqueteros continuaron su marcha cara a cara con los miembros de la policía, quienes retrocedían caminando hacia atrás.
“La calle es nuestra” y “Les ganamos, les ganamos”, gritaron los desocupados durante cuadras, hasta ubicarse frente a las puertas del Ministerio de Desarrollo Social, donde se realizó un pequeño acto. “Hoy nos llevamos importantes logros reivindicativos, pero lo más importante es que los piqueteros le hemos dicho a Duhalde que no dimos ni daremos tregua y que seguiremos con la movilización y la rebelión popular que son los únicos camino para imponer nuestras aspiraciones sociales, políticas y nacionales”, dijo desde las escaleras del edificio Néstor Pitrola, del Polo Obrero. Por la mañana, mientras otras vertientes piqueteras llevaban adelante sus protestas en Salta, Córdoba y frente a la refinería de Repsol-YPF en La Plata, el vocero presidencial Luis Verdi había declarado que los reclamos de más planes Jefas y Jefes de Hogar “son excusas” y que detrás de las protestas piqueteras “hay fines políticos y una interna entre ellos”.
Finalizado el acto, los manifestantes regresaron hacia la zona de Constitución donde decenas de micros escolares los esperaban para regresar a sus barrios. La semana próxima volverán a la carga, en un nuevo intento por conseguir lo que reclaman.