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Tras el virtual lanzamiento de todas las fórmulas –salvo la del oficialismo–, Cristina Fernández de Kirchner sigue manteniendo una colosal distancia con el segundo, así como con el resto de la oposición y supera holgadamente el 40 por ciento necesario para conseguir la reelección en primera vuelta. Ricardo Alfonsín había llegado hace dos semanas al 16 por ciento e incluso al 18, pero sufrió un retroceso en los últimos siete días. La candidatura de Hermes Binner todavía está en sus comienzos y seguramente mucha gente todavía no sabe que se lanzó. Por ahora es difícil que logre estar por encima del diez por ciento. Debe calcularse que la Presidenta consigue el 48 por ciento de los votos con un diez por ciento de indecisos. Proyectando ese sector, superaría el 50 por ciento.

Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1500 ciudadanos de todo el país, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. El trabajo se inició el lunes 6 de junio y se terminó el viernes 10, por lo que el lanzamiento de Binner está muy parcialmente registrado en el sondeo.

“Para mí la oposición no arrancó, no despega”, explica Bacman. “Diría que no es sólo un problema de estrategias y campañas. Hay una realidad: la mayoría de los ciudadanos tiene empleo, no tiene miedo de perder el empleo, tiene buenas expectativas en lo que se viene para adelante y entonces para pegar un salto a otra alternativa que no sea la de Cristina, tiene que producirse algo fuerte. Y ese hecho fuerte tendría que ser económico para producir algún efecto sobre el voto. No veo que un caso de corrupción cambie el cuadro: en estos días hemos visto la insistencia con el caso Schoklender, que afectó un poco el voto en Capital y en mucho menos nivel en el primer cordón del Gran Buenos Aires. En el segundo y tercer cordón, y en el Interior, no se percibe ningún cambio. Mi impresión es que la gente no quiere arriesgar: siente que el Ejecutivo maneja bien las cosas, Cristina tiene una evaluación positiva de más del 60 por ciento y lo mismo pasa con la gestión de gobierno.”

“Alfonsín es un ejemplo de estas idas y vueltas”, redondea Bacman. “Hace unas semanas venía creciendo, ahora bajó. Lo que ganó con el acuerdo de centroderecha con Francisco de Narváez, lo perdió por centroizquierda. Si comparo este estudio con el último que hicimos, la más beneficiada fue Elisa Carrió, porque aparece sin idas y vueltas en este tiempo y me parece que capta a un sector anti-K de centroizquierda. Es muy temprano para diagnosticar lo de Binner, pero no veo que vaya a lograr una gran explosión. Le puede sacar algo a Cristina y tal vez a Alfonsín. Pero son pocos puntos.”