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Durante las últimas semanas previas a las elecciones primarias, el Gobierno redujo en forma notoria la publicación de los resultados de las encuestas que contrató. Los datos eran muy optimistas, pero la orden terminante fue no crear un clima triunfalista y evitar el efecto “ya ganamos” que podía llevar a algún sector del electorado a desviar su voto a otras alternativas. Consultoras como el CEOP, que conduce Roberto Bacman, ya mencionaban la posibilidad de un 47 por ciento de los votos; Analogías, de Analía Del Franco, presentó un cuadro en el que la Presidenta podía conseguir el 48 por ciento, e IpsosMora y Araujo entregó un estudio, firmado por el sociólogo Luis Costa, en el que se arriesgaba a un inaudito 55 por ciento como tope. La Casa Rosada no quiso difundir esos sondeos.

En paralelo, otras consultoras también vaticinaron un amplio triunfo del Frente para la Victoria. Siete días antes de las PASO, doce consultoras le anticiparon su diagnóstico a este diario. Todas anticiparon una gran ventaja para CFK; ninguno se atrevió a un impensado 50 por ciento, pero, asignando indecisos, la posibilidad de pasar el 45 estaba planteada. Eduardo Fidanza, de Poliarquía; Artemio López, de Equis (46,6 por ciento); Ricardo Rouvier, Manuel Mora y Araujo, Doris Capurro, de Ibarómetro; Graciela Römer, Hugo Haime, Enrique Zuleta Puceiro, de OPSM, y en menor medida Opinión Autenticada adelantaron la holgada ventaja de la Presidenta.

Hubo dos terrenos en los que algunos fallaron: la paridad entre Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde y el ascenso de Hermes Binner. Ricardo Rouvier y Doris Capurro le señalaron a este diario que los candidatos de Udeso y de Unión Popular estaban parejos y quienes siguieron entrevistando hasta el final, incluyendo el viernes 12 y el sábado 13, percibieron ambas tendencias en toda su dimensión. Bacman y Del Franco le revelaron a este diario –cuando la publicación ya estaba prohibida– que tenían hipótesis con Duhalde segundo y un crecimiento de Binner al 9 o 10 por ciento.

En lo que no hubo errores fue en el diagnóstico sobre la buena performance de Alberto Rodríguez Saá y la mala elección de Elisa Carrió. Todos los consultores ubicaron al puntano en el 7 por ciento y nunca previeron más del 4 para la candidata de la Coalición Cívica. Salvo en el caso de Opinión Autenticada, los demás consultores adelantaron también la gran ventaja de Daniel Scioli sobre Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires. Página/12 adelantó, con un mes de anticipación, una encuesta de OPSM que le daba 33 puntos de ventaja a Scioli sobre De Narváez, la diferencia que se produjo el domingo.

Muchos políticos y columnistas descreyeron de los pronósticos tras las elecciones en Capital, Santa Fe y Córdoba, señalando que había chances de que la Presidenta no llegara al 40 por ciento. La mayoría de los encuestadores adelantaron que incluso esos tres distritos los ganaría CFK en la elección presidencial e insistieron en el 45 por ciento como promedio. En todo este tiempo el cuestionamiento a los encuestadores fue furibundo: “Quisieron matar al mensajero”, sostuvo Zuleta Puceiro. “El objetivo fue desacreditar el pronóstico de la elección presidencial –concluyó–. Pero ese pronóstico fue el que se verificó el domingo.”