Mientras la investigación del caso del desaparecido testigo Jorge Julio López sigue paralizada, en Tribunales se acumulan repercusiones de los mediáticos y fallidos operativos. Esta semana se sumó una nueva denuncia por el procedimiento realizado en febrero en el Parque Pereyra Iraola, que duró varios días, pero resultó negativo. El mes pasado, al cumplirse el quinto aniversario de la desaparición de López, la familia querelló al abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten, que representó al supuesto testigo de identidad reservada que afirmó que el albañil estaba enterrado en la estación de trenes de ese espacio verde. En esa oportunidad, Ruben López reiteró lo que había dicho en febrero: “Sentimos que nos tomaron el pelo”. A su vez los abogados Guadalupe Godoy y Aníbal Hnatiuk ya habían pedido que se investigue, incluso, la responsabilidad del ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, por haberles dado entidad a esos dichos al punto de llevarlos al juzgado. Ahora el letrado Rodolfo Yanzón también pidió que la Justicia Penal investigue a Kalbermatten.

En su escrito, Yanzón describe que este abogado conformó una sociedad anónima en 2003 con objetivos muy difusos, desde explotación de eventos deportivos hasta toma de dinero a interés, pasando por “distribución de todo tipo de información o noticias”. También constan vínculos con la AFA y con el carapintada Mohamed Alí Seineldín.

Sánchez Kalbermatten apareció en los medios el 1º de febrero y relató que había entregado a Casal un dato clave para encontrar a López, que le había sido revelado por un cliente que tenía miedo, pero quería cobrar el millón y medio de pesos de la recompensa. Al mismo tiempo, Casal y el gobernador Daniel Scioli ratificaban esto en Casa de Gobierno. El fiscal federal Hernán Schapiro desplegó un operativo con la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Federal, Bomberos y el Equipo de Antropología Forense. Ni el abogado ni el testigo acudieron ante la Justicia, pero hablaron en TV y se permitieron opinar que “no buscaron” donde ellos habían indicado. Kalbermatten tuvo que ser llevado a declarar con la fuerza pública. Yanzón lo acusó de haber cometido falso testimonio, en una posible sociedad con el “testigo”.