El presidente de Uruguay, José Mujica, ordenó impedir el ingreso a puertos de ese país de buques pesqueros con bandera de Islas Malvinas. La decisión se entiende como un gesto al reclamo de soberanía que Argentina está realizando desde hace años por ese archipiélago del Atlántico Sur que permanece en manos de Gran Bretaña. El mandatario informó la determinación ayer de un comunicado oficial, en el que también negó versiones que circulaban en la prensa local que atribuían la prohibición a una presión de parte del gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner.

A través de un comunicado de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de Uruguay publicado en su página web, Mujica indicó que “existe una definición política para que no se permita el ingreso a puertos uruguayos de buques que utilicen bandera de las Islas Malvinas, cuya soberanía es reclamada por Argentina con el apoyo de Uruguay”. No obstante, aseguró que los barcos con bandera de Gran Bretaña o de otros países no están afectados a la medida aplicada a las naves del territorio exigido por Argentina.

Además de informar acerca de la prohibición, Mujica negó versiones que publicaron diarios nacionales de Uruguay que calificaban la determinación como una reacción del gobierno uruguayo ante presiones argentinas. “No hubo exigencia alguna del gobierno argentino para rechazar el ingreso de buques con bandera inglesa, como se informara erróneamente en un medio de comunicación”, señaló.

Según las publicaciones, la Cancillería argentina habría informado a su par vecina al menos dos ocasiones que en los últimos meses al menos tres barcos pesqueros con bandera de Malvinas ingresaron al puerto de Montevideo, motivo que habría desencadenado el pedido argentino de que no se deje entrar a esos buques mientras persista su conflicto con Gran Bretaña por la soberanía de las islas.

Tras el comunicado de la Presidencia uruguaya, en conferencia de prensa el canciller uruguayo Luis Almagro amplió las razones de la determinación presidencial oriental. En ese sentido, explicó que el año pasado “se aprobó, de acuerdo con la normativa internacional e interna de los países, la pertinencia o no de recibir barcos con bandera de Malvinas en los puertos sudamericanos”, por lo tanto concluyó: “Si somos consistentes con nuestro posicionamiento político de que las Malvinas constituyen el último enclave colonial europeo en América latina, definitivamente tenemos que tener una posición respecto de barcos que tengan esa bandera”, sostuvo Almagro.

Tanto el gobierno anterior de Tabaré Vázquez como el de Mujica, impidieron en algunas oportunidades a buques ingleses reabastecerse en el Puerto de Montevideo para luego continuar con destino hacia Islas Malvinas.