En medio de una violenta represión a docentes y estatales en Córdoba, Mauricio Macri se reunió con el gobernador José Manuel de la Sota. En el entorno del líder de PRO aclararon que no hay posibilidades de momento de un acuerdo político entre ambos, habida cuenta de que los dos quieren ser candidatos a presidente en 2015. Sin embargo, la foto les sirvió para compartir las críticas a Cristina Fernández de Kirchner. “Esta no es la foto de una conspiración”, afirmó De la Sota, mientras que el jefe de Gobierno dijo que ambos “priorizan el pluralismo, la posibilidad de disentir y de contar con reglas de juego claras, todo lo contrario a lo que hace el gobierno kirchnerista, que busca formatearnos en un esquema de pensamiento único”. Todavía resonaban en la capital cordobesa los sonidos de los disparos de las balas de goma.

La excusa fue la inauguración de una Casa de la Ciudad de Buenos Aires en Córdoba, el mismo recurso que el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, viene usando para fotografiar a Macri con intendentes radicales. El líder de PRO ya tiene para armar un bonito portfolio, pero incorporaciones a su proyecto presidencial todavía ninguna. Ayer, antes de viajar a Córdoba, Macri estuvo en San Salvador de Jujuy, donde dijo “whisky” junto al intendente radical Raúl “Chuli” Jorge.

Luego, Macri se trasladó a Córdoba en plena represión policial a estatales que protestaban contra la reforma jubilatoria. Se reunió con De la Sota, con el que firmó un convenio de cooperación turística y cultural. Los dos están camino a una candidatura presidencial: Macri la apuntaló en pleno paro del subte con su denuncia sobre el chavismo en la Argentina; De la Sota hizo lo propio con la medida cautelar y la demanda que promovió ante la Corte Suprema por la Caja de Jubilaciones provincial. También denunció el pacto fiscal con la Nación e invitó al resto de los gobernadores a hacer lo mismo. De la Sota reclama mil millones de pesos, algo en lo que Macri lo superó ampliamente: el jefe de Gobierno no se cansa de repetir que el Estado nacional le “debe 14 mil millones de pesos” en inversiones en los subtes, aunque en marzo pedía menos de la mitad.

“Yo quisiera decirles a los que piensen que esto es una foto de una conspiración entre los políticos, que se equivocan mucho. Esta es una foto del respeto a la pluralidad y a la convivencia”, se atajó de entrada el gobernador cordobés. De la Sota pidió “una patria sin enemigos, donde se escuchen muchas voces y no sólo una”. “Nunca sería enemigo del PRO o de Mauricio, como tampoco me siento enemigo de los radicales, menemistas o kirchneristas”, sostuvo el cordobés. Macri siguió en la misma sintonía: “El que disiente con el Gobierno es castigado. Le pasa a De la Sota y también a mí. Nuestra mayor independencia es no atarnos al relato arbitrario de la realidad que hace el Gobierno”, afirmó.

“Yo tengo el sueño de que las bandas de cuarteto y el humor cordobés lleguen a Buenos Aires. Hay mucho para hacer entre los cordobeses y los porteños”, lo endulzó Macri. “Un encuentro entre gobernadores no debería verse como algo extraordinario, sino como un hecho normal. Somos parte de un mismo equipo llamado Argentina, que dialogamos y que estamos en contra de peleas que nada les aportan a los ciudadanos”, recitó el jefe de Gobierno. “Sería bueno que la Nación se sumase para poder hacer entre todos más cosas para la gente”, dijo el líder de PRO, que pidió “construir un federalismo de verdad”. “Estamos demostrando que se puede trabajar de otra manera, con el foco puesto en la búsqueda de consensos y no en la pelea, la agresión o la provocación”, destacó el jefe de Gobierno. Sobre la represión a los estatales no hubo siquiera alusiones.