La vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, dejó de lado su papel de vocera de la gestión que encabeza Mauricio Macri para opinar también sobre las alianzas que teje el PRO en la ciudad de Buenos Aires con la vista puesta en el proyecto presidencial de su jefe político y hasta la relación de esa fuerza con el ahora papa Francisco. “La mejor manera de resolver la candidatura sería en internas”, sostuvo Vidal sobre la alianza que el macrismo propicia con el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, al tiempo que defendió la estrategia de “farandulización” de las candidaturas partidarias y afirmó que “nunca hubo un distanciamiento” del PRO con el ex arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, por la postura que asumieron los diputados macristas a favor del matrimonio igualitario.

“Por ahora son sólo conversaciones, no hay ningún acuerdo”, dijo primero Vidal sobre las negociaciones que el macrismo mantiene con Lavagna, aunque defendió la posibilidad de que un extrapartidario encabece la boleta del PRO como primer candidato a senador: el PRO “tiene un proyecto nacional como objetivo, y aunque haya candidatos locales buenos, a lo mejor hay que ceder espacios a extrapartidarios para alcanzar ese proyecto de país”, insistió Vidal.

De todas maneras, Vidal defendió el sistema de primarias para dirimir las postulaciones: “La interna es buena, ordena y zanja diferencias. No hay que tenerle miedo, es una manera bastante razonable, sobre todo bajo el mecanismo de las PASO, en las que el aparato de los partidos no tiene tanto peso”, sostuvo Vidal para tampoco clausurarles el camino a varios macristas que también pretenden la candidatura que negocia Lavagna. La lista incluye a los diputados Gabriela Michetti y Federico Pinedo, y a los ministros Horacio Rodríguez Larreta (el mentor de Vidal) y Diego Santilli. “Tenemos una estrategia que combina dirigentes más experimentados con gente nueva; de eso que es nuevo lo que trasciende son los Del Sel, pero también hay otra gente, como yo, que sin tener militancia previa me dieron un lugar”, replicó Vidal cuando la consultaron por “la farandulización” de las candidaturas del PRO con la convocatoria a personajes por fuera de la política como el cómico Miguel del Sel, el ex jugador Carlos Mac Allister, y el ex árbitro Héctor Baldassi. Una estrategia que se propone sumar los votos suficientes para sostener las aspiraciones de Macri en 2015.

“Hubo varios funcionarios que tuvieron buen diálogo con Bergoglio, y más allá de la posición de la Iglesia en ese momento (2010), la actitud de Francisco en el Vaticano fue de reconocer que había sido arzobispo de Buenos Aires y que había un vínculo creado con Mauricio porque Macri era el jefe de Gobierno”, sumó Vidal para afirmar que “no sentí en ningún momento que hubiera un distanciamiento” en la relación de Bergoglio con el macrismo.