Elisa Carrió volvió a erigirse en adalid de la “justicia”. La chaqueña elogió el pronunciamiento de jueces nacionales y federales en defensa de la Corte Suprema y de la “independencia judicial”, pero llamó a la “sociedad” –a través de un comunicado de prensa– a “inmovilizar” en términos bélicos al juez de la Corte Ricardo Lorenzetti, a quien había acusado de realizar “un pacto espurio” con el Gobierno en medio del debate en el Congreso por la reforma judicial. “Lo importante es que toda la sociedad tenga en la mira a Lorenzetti para que no se corra ni un milímetro del lugar que le corresponde como presidente de la Corte en la defensa de la independencia del Poder Judicial y no de los negocios y de la Caja”, sentenció la diputada nacional en su comunicado.

“Estoy acostumbrada a quedarme sola defendiendo la verdad y a ver cómo se dan vuelta por razones de conveniencia muchos que me conocen”, se victimizó Carrió en su comunicado, donde elogió a los jueces y volvió a apuntarle a Lorenzetti: “Me parece muy bien que los jueces hablen de independencia, cuestión de la que no habló Lorenzetti en su carta al Congreso cuando nos mintió”.

De esta manera, Carrió insistió en que Lorenzetti junto con la vicepresidenta de la Corte, Elena Highton de Nolasco (que también firmaba la carta), cercenaron la misiva que habían apoyado los jueces de la mayoría de los tribunales federales y que éstos remitieron al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en medio del debate en la Cámara baja de los proyectos que el Gobierno envió al Parlamento para “democratizar la Justicia”.

La carta que recibió Domínguez, y que distribuyó entre los diputados que integran el plenario de comisiones que discutían las iniciativas del Ejecutivo, reproducía la “preocupación” de los jueces sobre el traspaso al Consejo de la Magistratura del manejo presupuestario de la Justicia (como establece la Constitución), cuya conformación de características “parlamentarias” –advertían– pondría “en peligro el funcionamiento de la Justicia”. Allí, los jueces también manifestaban el desacuerdo con que sus colaboradores inmediatos no fueran nombrados en forma directa por ellos mismos, amparados en la “confianza” que deben depositar en su tarea.

El oficialismo finalmente concedió a la Corte esos cambios en sus proyectos. Pero Carrió sostuvo en el plenario de comisiones que el Gobierno había omitido en la misiva el pronunciamiento de los jueces en contra de las iniciativas del Ejecutivo que dañaban la “independencia judicial”. Lo mismo hizo en el recinto de la Cámara baja, donde volvió a atacar a Lorenzetti y al Gobierno y desparramó responsabilidades sobre el resto de los partidos de la oposición (UCR, PJ anti k, FAP, PRO) y de los legisladores de la CC-ARI. De ahí, la “soledad” de la que se lamenta Carrió, aunque sus noveles aliados de Proyecto Sur y los juecistas cordobeses que integran el FAP adhirieron a su teoría conspirativa.

El resto de los miembros de la Corte y varios jueces y camaristas respaldaron a Lorenzetti, que el mismo día que se difundió la carta aclaró que el párrafo faltante lo había sacado él y no el Gobierno. La diputada chaqueña entonces habló de un pacto entre Lorenzetti y el Gobierno. Ayer, volvió a la carga: “Lo importante es que toda la sociedad tenga en la mira a Lorenzetti para que no se corra ni un milímetro del lugar que le corresponde como presidente de la Corte en la defensa de la independencia del Poder Judicial y no de los negocios y de la Caja”, sostuvo.