El ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, salió ayer al cruce del paro organizado por la CGT del camionero Hugo Moyano para fines de agosto. “Es una vergüenza que anuncien un paro desde Europa”, aseguró el precandidato presidencial del kirchnerismo, al enterarse de las declaraciones de dirigentes del transporte que confirmaron su adhesión a la huelga mientras se encuentran de viaje en Bulgaria. El ruralista Gerónimo “Momo” Venegas adelantó luego que evalúan un “plan de lucha con medidas de 24, 48 y 72 horas porque este gobierno no escucha”.

“Que un grupo de dirigentes sindicales tenga el tupé de anunciar un paro del transporte desde Europa, realmente no deja de sorprender”, señaló ayer Randazzo ante la convocatoria a una medida de fuerza desde Sofía, capital búlgara, donde los gremialistas se encuentran participando del congreso mundial de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte.

“Nosotros hemos llevado a cabo políticas de inclusión en materia de transporte, hemos hecho un gran esfuerzo y estamos haciendo un gran esfuerzo”, agregó el funcionario, apuntando a la renovación de formaciones de tren que se concretaron en los últimos meses, entre otros logros de su gestión al frente de la cartera de Transporte.

La CGT de Moyano comenzó esta semana a apurar el paso para definir un paro que parecía alejarse cada vez más. Con el reclamo por la baja del Impuesto a las Ganancias hace casi un mes la central disidente ya había amenazado con realizar una medida de fuerza “para principios de agosto”. A la par de sus aliados de la CTA del estatal Pablo Micheli y del sector que responde a Luis Barrionuevo, con el ojo puesto en el impacto de la medida, Moyano fue corriendo la fecha hacia “mitad de agosto”, para finalmente posponerla hasta “fines de agosto”. El anuncio fue formulado por gremios del Transporte, aunque la Unión Tranviarios Automotor, que conduce el colectivero Roberto Fernández, todavía no dio indicios de sumarse.

“El Gobierno en general está llevando adelante un esfuerzo enorme para sostener el trabajo”, apuntó Randazzo a las consecuencias de la medida de fuerza, y agregó que le parecía “una vergüenza que un grupo de dirigentes sindicalistas, desde Europa, hayan anunciado un paro del transporte sin considerar que esto perjudica a millones de argentinos”. El martes pasado, en Bulgaria, los dirigentes Pablo Moyano, de Camioneros; Omar Maturano, de La Fraternidad; Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento; y Juan Pablo Brey, del gremio de los Aeronavegantes, acordaron dar su respaldo a que convoque a un paro nacional antes de finalizar agosto.

“Este gobierno con un paro no escucha, ya hemos hecho otros paros, en los que hemos tenido un acatamiento de casi el 95 por ciento, y el Gobierno no ha dado señales”, señaló Venegas. El último paro realizado por la CGT disidente contó con el apoyo de los ferroviarios de La Fraternidad y la UTA, ambos supuestamente integrantes de la CGT oficial, liderada por el metalúrgico Antonio Caló. El dirigente del Sindicato de Peones Rurales anunció que el jueves se reunirá la conducción de la CGT moyanista para evaluar fechas y anticipó que estaban pensando en un “plan de lucha con medidas de 24, 48 y 72 horas”.

Venegas aclaró que la CGT opositora “no quiere” piquetes durante la protesta “porque si es un paro tenemos que mostrar la disconformidad de la gente en la medida de fuerza”, y agregó que “la CGT una vez más va a citar una medida de fuerza pacífica pero contundente”, prometió.