La gestión PRO está evaluando dar marcha atrás con el voto electrónico, al menos, para las primarias porteñas, que se celebrarán el 26 de abril. Según señalaron cuatro fuentes distintas del PRO y la Legislatura a este diario, la decisión está prácticamente tomada. En cambio, continuaría la decisión de usarlo en las elecciones generales. Hoy habrá una reunión con el Tribunal Superior de Justicia porteño y con la jueza María Romilda Servini de Cubría para definir el destino del voto electrónico. En la discusión pesa un informe muy negativo que elaboró la Defensoría del Pueblo porteña sobre la falta de capacitación a la población que debe ir a votar. Hay rumores de que se podría avanzar en la unificación de las elecciones con las nacionales, pero en Bolívar 1 lo desmienten.

Macri anunció el voto electrónico a fines del año pasado. La licitación avanzó velozmente y la ganó la misma empresa que hace las elecciones con voto electrónico en Salta. En esa provincia, sin embargo, se aplicó gradualmente y se hicieron capacitaciones para aprender a usar las máquinas. Un informe de la Defensoría del Pueblo porteña indica que, con la falta de capacitación, el votante promedio tardará 18 minutos en usar las máquinas y una persona de la tercera edad puede tardar hasta 40 minutos. Hoy habrá una reunión con el TSJ y la jueza Servini de Cubría, con competencia electoral. En el PRO existe el rumor de que, para empujar a Gabriela Michetti a que se baje, Macri daría marcha atrás y buscaría unificar las elecciones porteñas con las nacionales. Hasta ahora, en la gestión PRO lo desmienten. En cambio, no desmintieron que el voto electrónico esté tambaleando, a punto de caerse.