EL PAíS
La búsqueda de un tercer país para juzgar a los iraníes se demora
Ante la falta de unanimidad de las entidades judías, la Cancillería consultará con el Presidente.
El canciller Rafael Bielsa resolvió consultar con Néstor Kirchner si continúa con su propuesta de juzgar en un tercer país a los ex funcionarios iraníes presuntamente involucrados en el atentado a la AMIA. Bielsa tomó esa decisión después de una entrevista que mantuvo ayer con representantes de diferentes entidades de la comunidad judía, que no acompañan el desacuerdo con la iniciativa, manifestado por la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia). A la espera de la directiva presidencial que terminará de definir la posición del Gobierno al respecto, la Cancillería seguirá avanzando en el estudio de las distintas cuestiones técnicas vinculadas con un eventual proceso fuera de la Argentina.
Cuando Bielsa propuso que los ex funcionarios iraníes a los que se acusa de haber participado en la voladura de la AMIA fueran juzgados en un tercer país, aclaró que en caso de no contar con el apoyo unánime de la comunidad judía no seguiría adelante con su idea. El consenso que el canciller había puesto como condición para avanzar en ese sentido se desvaneció el último lunes, cuando Apemia hizo público su rechazo a la iniciativa. “La propuesta podría dejar sin efecto las sentencias que pudieran dictarse en la Argentina, prohibiría juicios ulteriores y eliminaría a los familiares como querellantes”, advirtió esa entidad.
“Nosotros consideramos la propuesta terminada, pero el énfasis que pusieron las organizaciones nos hizo pensar que todavía hay una instancia por considerar”, explicaron en Cancillería después de escuchar la opinión de las otras cuatro entidades de la comunidad judía. Bielsa recibió a representantes de la AMIA, la DAIA, Memoria Activa y Familiares de Víctimas por la Masacre de la AMIA. Todos se manifestaron de una u otra forma a favor de la iniciativa del canciller y en contra de la posición fijada por Apemia, que no concurrió a la reunión.
“No es justo que un solo grupo tenga poder de veto sobre todos”, declaró por ejemplo el titular de la DAIA, José Hercman, mientras que el vicepresidente de la AMIA, Benjamín Katzaf, subrayó que “una mayoría de uno no puede existir”. Sergio Burstein, de Familiares, dijo que se le pidió al canciller Bielsa “el no a la unanimidad en la decisión” y que “se consulte y se escuche” a todos.
Las diferentes posiciones frente a la propuesta de Bielsa tienen su explicación. La AMIA y la DAIA siempre adhirieron a la hipótesis, alentada desde Israel y Estados Unidos, de la participación de Irán en la voladura de la mutual judía. Esas entidades especulan que los iraníes rechazarán ser juzgados porque no van a aceptar siquiera que se los someta a sospechas y que la lectura de esa reacción sería que Irán es culpable. Distinto es el caso de Memoria Activa. Esa organización considera que el Gobierno debe hacerse cargo de la decisión, sea la que fuere.
La posición de Apemia está fundada en buena medida en que en el expediente tramitado por el juez Juan José Galeano se apunta a Irán pero sin contar con prueba alguna al respecto. No se trata de un dato menor, ya que esa falencia podría ser determinante en un juicio en un tercer país.
En la Cancillería hablan ahora de un “compás de espera” y sostienen que “los plazos no deben condicionar la toma de ninguna decisión”. En otras palabras, lo que resolvió el canciller Rafael Bielsa es demorar la definición del tema.