El jefe de la policía de Tucumán, Dante Bustamante, asumió como propia la decisión de reprimir a los manifestantes que el lunes por la noche protestaban frente la Casa de Gobierno de la provincia y en la Plaza Independencia por un supuesto fraude electoral en la elección del domingo por la gobernación tucumana. “Soy el único responsable”, sostuvo el jefe policial y afirmó que ordenó la represión ante “un grupo de jóvenes inadaptados” que –según su criterio– quería ingresar a la sede del Ejecutivo provincial, cosa que nunca sucedió. “La agresión comenzó por parte de un grupo de jóvenes inadaptados que pretendieron ingresar por la fuerza y quemar la Casa de Gobierno”, afirmó Bustamante en declaraciones a una radio, quien dijo que estuvo “en la primera línea” de los hechos con el objetivo de “pacificar y contener” la protesta. Aunque el jefe policial aclaró que se encuentra “a disposición de la Justicia” y manifestó no tener “ningún problema” si tiene que irse de ese cargo.

“Yo no hice nada que no corresponda. Soy el único responsable del accionar de mi gente, que actuó conforme a los distintos protocolos. A mí me respalda la ley”, agregó el jefe policial que de esa manera justificó su decisión autónoma y despegó al gobierno provincial de la represión sobre los manifestantes. El operativo policial comenzó con el humo de matafuegos que lanzaron desde dentro de la sede de gobierno provincial, provocando la corrida del grupo más exaltado de los manifestantes (muchos de ellos identificados con banderas, pancartas y remeras de la UCR) que habían volteado las vallas que estaban sobre la vereda, subieron a la explanada del edificio y arrinconaron el delgado cordón policial, que retrocedió hasta las rejas de la Casa y que quedó como única línea que se interponía entre la Casa de Gobierno y los caceroleros.

A Bustamante se lo vio al frente del operativo cuando apareció detrás de la primera línea de la infantería policial que salió tras las rejas de entrada a la Casa de Gobierno lanzando gases lacrimógenos y balas de goma contra la multitud en forma indiscriminada, que se completó con la carga de la policía montada sobre los manifestantes que se dispersaban a las corridas por la plaza Independencia.

“La agresión no comenzó de parte de la policía”, se defendió Bustamante y afirmó que “las imágenes son elocuentes” cuando se ve a un grupo de manifestantes “buscar ladrillos que son elementos muchísimo más peligrosos que las postas de goma”, aunque no reparó en que la resistencia que expresó un sector de los manifestantes –que se armaron con piedras y palos– sucedió después de que se lanzara la represión policial. “No justifico los excesos (de la policía), que van a ser investigados, pero una gran cantidad de imágenes pueden respaldar lo que estoy diciendo”, señaló el jefe de la policía tucumana, a pesar de que las filmaciones también mostraron a los efectivos policiales persiguiendo a los manifestantes que intentaban reagruparse. “Estaban en las inmediaciones de los lugares del hecho, y no estaban a cargo de la contención” de la protesta, señaló también sobre los policías tucumanos que actuaron en la represión sin uniforne ni identificación.