El ex comisario Juan José Ribelli declaró que mientras estaba preso, acusado de participar en el atentado a la AMIA, el entonces juez federal Juan José Galeano le mandó un emisario para ofrecerle un millón de dólares y la libertad a cambio de que involucrara a “un musulmán” en el pase de manos de la camioneta que según la Justicia se usó en el ataque. Al culminar su declaración en el juicio por encubrimiento durante la investigación del atentado, Ribelli acusó al destituido Galeano de “caradura y mentiroso” y recordó que desde 1998 el juez tenía un informe del FBI donde se informaba que tanto la Policía bonaerense como el Mossad “descartaban” como conexión local a los policías detenidos. Consultado por el juez Néstor Costabel sobre la identidad del enviado de Galeano, dijo que no tenía ningún elemento para identificarlo y recordó que se presentó como “Julio”. Ribelli también sostuvo que el ex titular de la DAIA Rubén Beraja dijo saber que los ex policías eran inocentes, pero pidió “algo para seguir avanzando” a cambio de ayudarlos a recuperar su libertad.