El ministro de Cultura, Pablo Avelluto, comparó ayer la política cultural de los doce años de gobierno kirchnerista con la de la última dictadura cívico-militar. Al tratar de explicar las razones de la disolución del Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego, Avelluto sostuvo que “la idea de que desde el Estado se sostiene sólo a aquellos que piensan igual (que el partido de gobierno) es una idea del siglo XX: eso lo hacían los gobiernos kirchneristas, pero también lo hizo la dictadura militar entre 1976 y 1983, que sólo llevaba (sic) a sus admiradores y reivindicadores”.

El ministro de Cultura acusó también al gobierno saliente de confeccionar “listas negras” con el propósito de “censurar” a intelectuales críticos, y elogió “la metáfora de la grieta” como explicación de visiones diversas de la historia y la cultura argentina “que llegan hasta hoy”. En varios tramos de una entrevista que concedió a Radio Mitre, Avelluto reforzó sus argumentaciones afirmando que las políticas culturales del kirchernismo “son del siglo XX, cosa del pasado”.

“Eso se llama propaganda”, dijo Avelluto sobre el Instituto Manuel Dorrego, que Mauricio Macri cerró por decreto, al tiempo que aseguró que “el Estado no debe tomar partido” por una u otra corriente historiográfica, sino que “debe representar todas las voces” porque “las ideas son todas las ideas”. Siguiendo la misma línea argumental, el ministro también criticó a Carta Abierta, dado que “en sus reuniones en la Biblioteca Nacional sólo se reunían intelectuales que pensaban igual”. “Es algo que tenemos que reparar”, dijo Avelluto, quien en su momento posteó en Twitter “La dictadura me parece tan irrelevante como Agustín Rossi” y “Cabandié lucra políticamente con su terrible condición de hijo de desaparecidos. El fascismo de los 70”.