Los agentes de inteligencia en actividad o retirados que tengan datos clasificados sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman fueron relevados del secreto para que puedan volcarlos en la investigación judicial del caso. La medida fue dispuesta por el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. La decisión permitirá a agentes o personal de la ex Secretaría de Inteligencia declarar a pedido de la jueza que lleva la instrucción de la causa, Fabiana Palmaghini. Las anteriores autoridades ya habían habilitado al personal del área requerido por el juzgado a brindar sus testimonios sin las reservas que impone la Ley de Inteligencia.

El tema quedó planteado cuando la ex instructora de la causa, la fiscal Viviana Fein, citó a testimoniar al ex jefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia, Antonio “Jaime” Stiuso, quien lo hizo cuando fue emitido ese permiso con una nota gubernamental.

Ahora la liberación del secreto tiene un sentido genérico para que cualquier agente o ex agente que haya tenido acceso a informes sobre la muerte del ex titular de la UFI AMIA pueda declarar ante la Justicia. La medida se inscribe en la determinación de “coadyuvar con el esclarecimiento del hecho sujeto a investigación”, a un año de que Nisman fuera hallado muerto de un tiro en la cabeza en el baño de su casa.

“Se considera conveniente y necesario disponer el relevamiento de la obligación de guardar secreto de todos aquellos agentes, ex agentes, funcionarios de este organismo y/o todas aquellas personas que hayan accedido al conocimiento de información clasificada que fueran o sean convocadas por el juzgado criminal de instrucción 25, a cargo de Fabiana Palmaghini”, enuncia la resolución. De esta manera, se los habilita para brindar testimonio “sin el deber de reserva que establece la normativa vigente”.

La resolución, que lleva la firma de Arribas, aclara que el relevamiento de la obligación de guardar secreto no incluye “la posibilidad de que revelen identidades de agentes que no guarden relación con el hecho investigado en la causa judicial aludida (Nisman), servicios colaterales y cualquier otra circunstancia que pudiera vulnerar el marco normativo vigente”. Además, el titular de la AFI destaca que “es firme voluntad del gobierno nacional, como así también del director nacional de esta agencia, continuar colaborando con el esclarecimiento de los hechos investigados en la causa referida, habida cuenta su gravedad y trascendencia institucional”.

Hace poco menos de un año, cuando el caso Nisman estaba en pleno desarrollo, el anterior gobierno anunció que relevaba a Stiuso de todo secreto de Estado, desde que comenzó como agente de inteligencia, en 1972, hasta que se jubiló, el 5 de febrero, cuando debió acogerse de manera obligatoria al retiro porque la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo desplazó tras el cambio en la conducción de la ex SIDE.

“Son 30 años de democracia y lo de Stiuso tiene que ver con mucho, no solamente con políticos, tiene que ver con empresarios, con medios de comunicación. Por eso la Presidenta quiere que se sepa toda la verdad y que se cuente todo, de 1972 hasta acá”, había declarado el ex jefe de la Secretaría de Inteligencia (SI), Oscar Parrilli, en el Congreso, luego de participar de la reunión de la Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Inteligencia. En julio, la entonces presidenta había relevado del secreto al ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy, con una normativa publicada en el Boletín Oficial. Tanto en ese caso como en el de Stiuso, el relevo era específicamente para que fueran interrogados en ese expediente.

La decisión de la actual conducción de la AFI fue adoptada a cuatro días de que se cumpla el primer aniversario de la muerte de Nisman, y en momentos en que la jueza del caso da sus primeros pasos como instructora, con el llamado a indagatoria de los policías que custodiaban a Nisman.