El titular de la Auditoría General de la Nación, Ricardo Echegaray, presentó ayer los lineamientos principales del plan de ese organismo para este año: el déficit fiscal, el saldo de la balanza comercial, el curso de la deuda externa y los niveles de empleo registrado estarán bajo la lupa permanente de los auditores. Los datos que arroje cada auditoría serán publicados mensualmente, lo que confirma la posición del funcionario de investigar “en tiempo real” varios de los temas sensibles que afronta el Gobierno. Echegaray se comprometió, además, a seguir de cerca el daño que podrían provocar al Estado los juicios encarados por los trabajadores estatales despedidos sin justificación, de la mano de auditorías sobre el flamante Ministerio de Modernización. El ex titular de la AFIP aseguró que además de revisar cuántos de los más de veinte mil despedidos “no trabajaban” –argumento principal del Gobierno– indagará sobre “el perjuicio que podrían generarle al Estado futuras indemnizaciones”.

Los resultados de las auditorías cobran relevancia ante la parálisis del Indec, en un contexto de ajuste, endeudamiento y pérdida de puestos de trabajo. Sobre las principales variables económicas habrá información que se hará pública mensualmente. En tanto, sobre las gestiones de Arsat, Anses, Fútbol Para Todos, y Aerolíneas Argentinas, entre otros organismos y empresas estatales que sufrieron distintos recortes y cambios estructurales durante los primeros noventa días de la gestión macrista, habrá resultados en agosto y no a fin de año, como solía ocurrir durante gestiones anteriores.

“Tenemos previsto realizar 547 proyectos de auditorías”, prometió Echegaray. Cerca del funcionario agregaron que “la idea es ir publicando los resultados de las auditorías a medida que se completan los informes, lo que permitirá corroborar en tiempo real si hay déficit o desvíos de fondos, lo que es mucho más efectivo que revisar lo que pasó hace cinco años, que ya no puede corregirse”. En el caso de la revisión de cuentas sobre la Afif, organismo en el cual se desempeñó hasta el año pasado, Echegaray adelantó que se abstendrá de intervenir. Lo mismo hará sobre las cuentas de inversión del 2015.

Sobre los despidos en el sector público, desde la AGN aseguraron que “existen mecanismos para comprobar quiénes trabajaban y fueron echados sin causa”, y también señalaron que esperan tener resultados en los próximos meses. Además, sostuvieron que el objetivo de la auditoría sobre Modernización es “saber hasta dónde se planificaron los juicios que puede recibir el Estado por despedir trabajadores que estaban en condiciones de seguir trabajando”.

El plan operativo de la Auditoría, expuesto ayer por Echegaray en conferencia de prensa, contempla además seguir de cerca el acuerdo alcanzado por el Gobierno con los fondos buitre, para lo cual se destinarán recursos específicos. Parte del trabajo sobre la deuda se coordinará con la Comisión Revisora de Cuentas del Congreso.

Durante la conferencia de prensa, Echegaray se refirió a la explosión de un edificio en Rosario en el año 2013 en el que murieron 22 personas y en cuya causa interviene la AGN. “Para concluir la gestión de la Auditoría (sobre Enargas) tenemos el compromiso de la empresa para que podamos dar las respuestas técnicas”, aseguró el funcionario, luego de relatar el encuentro que mantuvo con los familiares de la tragedia.

Echegaray asumió al frente de la AGN el 5 de enero, propuesto por el FpV, la primera minoría parlamentaria opositora en el Congreso. Su postulación fue impulsada por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Desde el Gobierno intentaron frenar la asunción del funcionario, por lo que la titularidad de la AGN estuvo vacante durante los primeros 27 días de gobierno de Mauricio Macri.

Informe: Matías Ferrari.