El gobernador Miguel Lifschitz anunció que el 22 de agosto presentará su plan de trabajo para reformar la Constitución de Santa Fe. El mandatario pronosticó que “el proceso de reforma será exitoso”, a diferencia de los intentos fallidos del 83 a la fecha, y sugirió que el esfuerzo de adecuar el Estado al nuevo siglo no se cierre en el ámbito político o a un “acuerdo entre partidos”, sino que se instale en el seno de la sociedad y lo acompañe “el debate público”. Sobre la posibilidad de habilitar la reelección, que en la provincia no está permitida, el gobernador dijo que no tiene una opinión formada.

“Queremos que haya un debate ciudadano. Hay que instalar los temas y si arrancamos con un proyecto ya elaborado coartamos la posibilidad de ese debate público. Así que definiremos grandes temas”, explicó ayer el gobernador, quien deslizó que entre los puntos a tratar podría estar el fin de ciertos privilegios para los jueces provinciales como el no pago de impuesto a las ganancias. “Hay una gran disparidad y esto tiene que ver con la historia del Poder Judicial, no sólo en Santa Fe sino en todo el país”, señaló el gobernador, cuyo sueldo es la cuarta parte de lo que percibe un juez de la Suprema Corte santafecina (247 mil pesos contra 66 mil).

El lunes, Lifchitz analizó con su gabinete el plan de trabajo para la reforma constitucional. “La semana próxima vamos a iniciar una ronda de consulta con 15 a 20 constitucionalistas, a quienes les vamos a pedir opiniones por escrito sobre distintos tópicos de la reforma”, dijo. Y en paralelo, avanzará el diálogo con las fuerzas políticas. “En realidad, no hay discusión sobre la necesidad de la reforma, en eso coincidimos todos. Sí hay algunas diferencias de apreciación respecto a los tiempos, pero eso es parte de lo que tenemos que conversar y acordar. En general, no he recibido ninguna oposición a avanzar con la reforma, ni dentro ni fuera del Frente Progresista, en el resto de los partidos y en la sociedad civil”, explicó.