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“Aquellos militares que hayan estado implicados en hechos delictivos y que la Justicia determine su participación en ellos, automáticamente son eliminados de la fuerza”, aseguró ayer el jefe del Ejército, Roberto Bendini, en Misiones. El general habló también sobre el teniente coronel que confesó su participación en delitos de lesa humanidad y recordó el 24 de marzo pasado, cuando descolgó personalmente los cuadros de los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Benito Bignone del Colegio Militar. “Asumí la plena responsabilidad de bajarlos, un acto que hice conforme a mi conciencia”, aseguró.
Bendini viajó a Misiones para realizar una inspección a la Brigada Monte Doce y aprovechó la presencia periodística para referirse a la confesión del teniente coronel Guillermo Enrique Bruno Laborda, quien aseguró que durante la última dictadura participó en asesinatos de prisioneros indefensos en Córdoba. “Ante cualquier hecho en el que hemos tenido conocimiento sobre crímenes de lesa humanidad o un requerimiento de la Justicia en ese sentido, siempre hemos actuado con la mayor diligencia posible. Por ello, ante la presentación de este testimonio de denuncia, en la que Laborda admitió que él había participado en hechos con fusilamientos, no había otra alternativa que hacer la presentación judicial correspondiente, y que no queden dudas que lo haré cada vez que haya una presentación de este tipo”, aseguró.
Bruno Laborda va en camino a ser destituido. El resto de los represores, por ahora, seguirá siendo parte de la institución hasta que la Justicia determine quiénes son culpables. “Ese tema lo resuelve la asesoría del Ejército de acuerdo con la condena. Ellos deciden si corresponde ser pasado a retiro o una destitución”, aseguraron en el Edificio Libertador. Pero para Bruno Laborda el trámite será mucho más expeditivo. El hombre ya está en disponibilidad –es decir sin destino conocido– y está cumpliendo en Campo de Mayo el arresto que le impuso Bendini por no haber contado lo que sabía en 1995, cuando el entonces jefe del Ejército, Martín Balza, dispuso que todo el personal que tuviera datos sobre desaparecidos lo aportara en reserva. Pero la razón por la que Bruno Laborda quedará fuera de la fuerza es que intentó utilizar la información que tenía para forzar su ascenso. “Fue una extorsión a los altos mandos”, se indignaron cerca de Bendini.
El jefe del Ejército también habló sobre la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y la continuidad de los juicios a los represores que actuaron durante la dictadura. “Hay que cerrar una etapa judicial, cerrar en el sentido de investigar y condenar a los responsables, porque de esta manera, con la acción judicial, el que no fue responsable queda librado de toda sospecha”, dijo, como un obediente soldado, en sintonía con la línea del Gobierno. Para que no quedaran dudas, agregó: “Somos respetuosos y respaldaremos a las instituciones de la República. Y en este sentido estamos avanzando, estamos encaminados realmente a construir una reconciliación y un reencuentro con toda la sociedad argentina”. También señaló que era un “buen síntoma” que aparezcan los “arrepentidos” y que la dictadura fue “un error tremendo” con “hechos que no se deben volver a repetir”.
Finalmente, Bendini se refirió al acto del 24 de marzo pasado en el Colegio Militar, cuando él en persona se subió a un banquito para descolgar el retrato falso de Videla y el de Bignone. Al respecto, aclaró que no estaba determinado hasta último momento quién iba a bajar los cuadros. “Por eso yo mismo le expresé a varios generales que si un militar tenía que bajar los cuadros, ése iba a ser yo. Me dijeron de los costos, pero les aclaré que era responsabilidad del Ejército y todo lo que se hiciera dentro del Ejército era responsabilidad mía. Así que le pregunté al Presidente si iba a bajar los cuadros, me dijo que no y en ese instante asumí la plena responsabilidad de bajarlos, acto que hice conforme a mi conciencia”, relató.