EL PAíS › JORGE NEUSS Y SUS VINCULOS CON LA ARGENTINA
Un negocio plagado de sombra
Por Eduardo Febbro
La historia de Thales Spectrum Argentina es una intrincada trama donde convergen uno de los más importantes agentes menemistas en Europa, Jorge Neuss, una de las más poderosas multinacionales europeas, Thales –ex Thomson–, varios abogados y hombres de empresas de Francia, un ex mercenario que se convirtió en operador suizo de transferencias poco religiosas a través de una fiduciaria instalada en Ginebra y una galería de personajes con corbata y altas funciones. Las modalidades de la transacción quedaron en secreto hasta que, en octubre del año pasado, una “venganza” interna del empresariado francés corrió el telón del negocio.
El semanario francés Le Point, basándose en documentos que en gran parte provienen de la empresa fiduciaria suiza Finego y en testimonios de quienes conocen a Jorge Neuss, lanzó una bomba pública. Según decía el semanario, tratándose de Neuss, “es mejor contarse los dedos después de haberle estrechado la mano”. El hombre sería una “fiera y un aventurero”.
Informaciones francesas dieron cuenta de que, por medio de giros hacia Suiza, Estados Unidos, Uruguay y demás paraísos fiscales, Thales sacó de la Argentina ilegalmente unos 25 millones de dólares. El montaje específico del negocio empezó en 1996, cuando Jorge Neuss, un abogado parisino; Philippe Signe, uno de Ginebra, y otras personas más, Guillaume Emmanuel, Jean Marie Dehollain, Jean Nicolas, Marie Joseph Rostan d’Ancezune –estos dos integraron Thales-Argentina– formaron parte del Consejo de Administración de una filial de Thales, Thales Spectrum Internacional, creada especialmente en Holanda para servir de rampa de lanzamiento al negocio que se preparaba en la Argentina. Esa filial creó a su vez otra empresa en Buenos Aires, Thales Spectrum Argentina, TSA. En el curso del año 1997, Carlos Menem firmó el decreto por medio del cual entregó la gestión y el control del espectro radioeléctrico del país.
Apenas formada en Holanda, Thales Spectrum Internacional firmó un contrato con la fiduciaria suiza Finego por un monto de 135.000 dólares por mes. A cambio de esa suma, Finego debía suministrarle a Thales Spectrum Argentina informes políticos y tecnológicos sobre la Argentina.
El gerente de la empresa suiza Finego, Lionel Queudot, es un ex mercenario cercano a otro personaje del medio de los mercenarios internacionalmente conocidos, el francés Bob Dénard.
Finego fue el primer puente de las transferencias de fondos provenientes de Thales Spectrum Argentina. Dos contratos de 1997 y 1999 estipulan que, cada tres meses, los 135.000 dólares del contrato por “consejos e informes” deben ser depositados en una serie de cuentas bancarias abiertas en el Citibank, el Bank of New York, un banco del Uruguay y paraísos exóticos. Se trató, en suma, de un contrato de consultoría falso. De hecho, Finego recibía la plata, tomaba un porcentaje del 3 por ciento y luego enviaba el resto a las demás cuentas bancarias. Sólo hasta el 2000 Thales Argentina transfirió 25 millones de dólares a través de Finego.
Lionel Queudot asegura hoy que no sabe “si hubo corrupción”. El ex titular de Finego –la empresa quebró– aseguró que “los documentos de Finego por donde transitaron los 20 millones de dólares que triangulara a instancias de Jorge Neuss los entregué a la Justicia. No quisiera que me liquidaran como en el escándalo de las fragatas vendidas por Thales a Taiwan, donde ya hay diez muertos”. Según dijo Queudot, “Thales de Amsterdam me giró alrededor de 20 millones de dólares entre 1997 y 1999, y yo transferí esos fondos a los beneficiarios que me indicaban de Thales en Buenos Aires o en Montevideo, por lo general cuentas en Estados Unidos, Inglaterra y Uruguay, un servicio normal de mi sociedad”. El intermediario reveló también que a lo largo del año 2001 “vinieron tres veces a verme aGinebra Neuss, Dehollain y D’Ancezune y las explicaciones que me dieron no me convencieron; mis relaciones con ellos se rompieron; yo estoy a disposición de la Justicia”.