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Sucedió a mitad de semana. Tres de los cuatro diputados K que por ahora coordinan el sub-bloque kirchnerista estaban en la Rosada, cuando uno de los más importantes habitantes del edificio bajó línea: “Fuego graneado contra el duhaldismo”. Los legisladores permanecieron en silencio. La orden relativiza la supuesta tregua que el duhaldismo buscó conseguir una vez que Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde abandonaron la Argentina en sendos viajes al exterior. Así, los hombres del Presidente en la Cámara baja desarrollarán durante los próximos seis meses una batalla que se circunscribirá al ámbito político, pero servirá también para determinar el verdadero compromiso de los que se dicen kirchneristas.
Los diputados Daniel Varizat (Santa Cruz), Ricardo Falú (Tucumán), Osvaldo Nermirovsci (Río Negro) y Juan Manuel Irrazábal (Misiones) integran la incipiente conducción y fueron los que recibieron la orden directa de “mantener la presión” con el duhaldismo. Esto incluye avanzar contra el presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño, y los diputados Hilda “Chiche” Duhalde y Alfredo Atanasof, “que consideran al bloque como de su propiedad”. Los ultraoficialistas se propusieron destruir la idea que desperdigó Chiche sobre la existencia de dos cabezas que mandan en el país. “Acá hay un sólo líder que es Kirchner y un sólo presidente que también es Kirchner. La señora Duhalde tendrá que comprender que su marido ya no gobierna y que lo mejor que puede hacer es mantener cerrada su boca”, sostuvo uno de los coordinadores del sub-bloque.
El rumor de una tregua que hizo correr uno de los integrantes del trío duhaldista antes mencionado, no existe. El jueves por la tarde, voceros oficiosos de uno de los hombres del ex presidente se preocuparon en decir que la pelea había entrado en un impasse, fruto de un ofrecimiento que surgió de los despachos de la Rosada. “Jamás existió esa tregua”, afirmó a este diario un integrante del gabinete presidencial. “Eso es lo que ellos desean”, remarcó un legislador K.
El Gobierno considera, y los diputados kirchneristas coinciden, que ya no hay vuelta atrás en la crisis con Duhalde. Como suele hacer el bonaerense, el oficialismo también lee las encuestas que dan cuenta de la evolución de la imagen de los principales dirigentes políticos. Saborean la caída de Chiche en las preferencias. “Por eso es el momento oportuno. Nosotros estamos bien, la sociedad nos acompaña, nos respalda y a los duhaldistas los desprecian”, se entusiasman en el sub-bloque.
En la lista de los bonaerenses a cuestionar hay una sola excepción: José María Díaz Bancalari, quien mantiene la confianza presidencial y al que los diputados K miran como un potencial candidato a gobernador de Buenos Aires, a correr con el respaldo presidencial. En ese sentido, sostienen que “la cabeza de playa política ya está ganada con el anuncio del desembarco de Cristina Kirchner” en la provincia de Duhalde. Con todos estos elementos, los diputados K rechazan la teoría que algunos miembros del sub-bloque, como el vicepresidente primero de Diputados, Eduardo Arnold, sostienen que la pelea con Duhalde es “inoportuna, peligrosa y muy poco feliz”. Los que coordinan el sub-bloque consideran que se está en el momento oportuno para golpear porque se produce en “una feliz circunstancia para el progreso de la democracia”.
En este escenario de combate, los legisladores K están trabajando en los dos puntos débiles que se reconocen. Uno es la falta de injerencia en el control de los cargos administrativos, políticos e institucionales, en manos del duhaldismo. Si bien por ahora no podrán arrebatárselos, se proponen hacerles un seguimiento estricto para evitar sorpresas. “Tenemos gente en todas las comisiones y los controlaremos”, dijo un legislador K. El otro punto flojo es el tiempo en el Congreso. Buena parte del sub-bloque K está integrado por legisladores que provienen del interior y esto es tomado como una desventaja frente a los duhaldistas. “Lo superaremos con militancia y con turnos para estar toda la semana en el Parlamento y evitar sorpresas y operaciones en contra del gobierno”, aseguran.