EL PAíS › ACREEDORES PRESENTARON SU PROPUESTA DE QUITA
El bautizo del Plan Exprimidor
A pesar de la mejora respecto de la propuesta de Dubai, los acreedores extranjeros rechazaron el Plan Buenos Aires. La contraoferta que hicieron difícilmente sea aceptada por el Gobierno: consiste en una quita nominal de entre 20 y 30 por ciento de la deuda, del 45 por ciento a valor presente neto, y un pago en efectivo de entre 3500 y 5800 millones de dólares. Con el objetivo de presionar al Gobierno, el Comité Global de Tenedores de Bonos de la Argentina (GCAB) realizó una ronda de presentaciones de su propuesta en Wall Street.
Desde el mediodía, la cúpula del GCAB, Nicola Stock y Hans Hume, se dedicó a explicar su oferta en la sede del banco de inversión que los asesora, Bear Stearns.
Primero ante los economistas de los bancos internacionales que monitorean la economía argentina, como JP Morgan y Merrill Lynch, y luego frente a inversores que poseen bonos en default, Stock y Humes hicieron la presentación y luego contestaron preguntas. A la explicación de su contraoferta les sumaron fuertes críticas al Gobierno. No obstante, dejaron en claro que estaban dispuestos a negociar.
La oferta de la GCAB, que dice agrupar a bonistas por un total de 37.000 millones de dólares de la deuda en cesación de pagos, consiste en la emisión de tres bonos a plazos sustancialmente menores a los ofertados por el Gobierno. En la presentación se mencionó tres títulos a 10, 20 y 30 años. En la propuesta de Economía hay bonos de entre 30 y 42 años.
Por otra parte, reclamaron un pago en efectivo por los intereses impagos que se acumularon desde la declaración de default. Pretenden entre 15 y 25 por ciento de ese total, que ya alcanza a unos 23.000 millones de dólares.
La oferta implicaría una quita nominal de entre 20 y 30 por ciento. Los representantes de los acreedores calcularon que la poda alcanzaría a 45 por ciento a valor presente neto, contra el 75 por ciento pretendido por el Gobierno.
Los acreedores argumentaron que la Argentina es capaz de pagar más de lo que propuso. Y para sustentarlo mostraron cálculos del banco que los asesora: allí se estima que el crecimiento medio anual de la economía en el período 2005-2014 será del 4,2 por ciento, en vez del 3,5 por ciento previsto por Roberto Lavagna.
En la presentación de ayer, Stock y Humes no se limitaron a los aspectos técnicos de la oferta. Se jugaron a darle un trasfondo político. Se quejaron, por ejemplo, de que no existe el diálogo con el Gobierno a pesar de las promesas, mientras que ellos sí están dispuestos. Llegaron incluso a advertir que “si el Gobierno no nos acepta haremos lo posible para que no alcance el porcentaje que necesita para el canje”. Para tener éxito en la operación, Economía debería reunir al menos al 66 por ciento del total de bonistas. Para continuar con la presión, el GCAB seguirá con reuniones en otras ciudades de Estados Unidos y Europa.