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La toma de la comisaría 24ª parece una novela sin fin. Ahora la jueza de instrucción María Angélica Crotto, que denunció haber sido desobedecida cuando intervino en ese hecho, volvió a la escena. Lo hizo al pedir el apartamiento de los fiscales y ex funcionarios del Ministerio de Justicia Norberto Quantín y José María Campagnoli de todas las causas en las que ella deba intervenir. Crotto expresó su solicitud en una nota remitida al procurador general de la Nación, Esteban Righi, en su condición de jefe de todos los fiscales. El jueves Quantín y Campagnoli volvieron a su tarea de fiscales, tras haberse ido del Ministerio de Justicia junto a Gustavo Beliz.
Crotto fundó su reclamo “obligada por razones de violencia moral”, a raíz de los episodios que protagonizó con motivo de la ocupación de la comisaría 24ª de La Boca, el pasado 26 de junio, cuando piqueteros liderados por Luis D’Elía y nucleados en la Federación Tierra y Vivienda reclamaron el esclarecimiento del asesinato del dirigente social Martín Cisneros. La magistrada tendría resuelto excusarse en los expedientes en los que deba interactuar con los fiscales objetados, si su petición es rechazada por el procurador general. Crotto comienza el lunes próximo su turno judicial hasta el 31 de agosto, y el representante del Ministerio Público con el que le correspondería desempeñarse es Campagnoli.
Tras renunciar a su cargo de subsecretario de Seguridad, el ex funcionario fue designado titular de la fiscalía descentralizada de La Boca, el mismo en el que tiene jurisdicción la seccional que fuera ocupada por los piqueteros del oficialista D’Elía. La Justicia federal investiga una denuncia de la jueza Crotto, quien aseguró que funcionarios policiales y judiciales desoyeron la orden que había dado esa madrugada para desalojar la comisaría. “Actúen y cuando tengan a los detenidos cárguenlos a un celular, trasládenlos a Tribunales y avísenme, que yo me constituyo en el juzgado, y si me tengo que quedar toda la noche trabajando, no hay problema”, habría expresado Crotto al ex comisario de la Seccional 24ª Cayetano Greco a primera hora de aquel sábado 26 de junio. Los piqueteros habían acudido primero a la escena del crimen, la casa de Cisneros, y luego fueron a la comisaría a exigir la detención de Juan Carlos Duarte, procesado como autor de la muerte del dirigente de la FTV, quien coordinaba el comedor infantil Los Pibes. Sin hacer uso de la fuerza, Campagnoli y D’Elía evitaron que la toma terminara con un episodio de sangre. Sin embargo, ambos están siendo investigados junto a Quantín y al comisario Grecco, quien ya pasó a disponibilidad.
El 6 de agosto el procurador Righi dispuso el fin de la licencia sin goce de sueldo que Quantín y Campagnoli habían solicitado para ejercer sus antiguos cargos en el Poder Ejecutivo. Campagnoli fue destinado a La Boca, según algunas fuentes, a pedido del propio fiscal, quien no deseaba volver a su anterior puesto en Saavedra. En tanto, Quantín fue designado titular de la fiscalía de Cámara Nº 3. Los demás fiscales estarían estudiando realizar algún tipo de planteo para impedir el regreso de Quantín y Campagnoli a sus filas. Y como si fuera poco, están siendo investigados por dos fiscales federales, que pertenecen a un grupo que mantiene un enfrentamiento de larga data con los denominados “Centauros” que supo liderar el ex secretario de Seguridad.