EL PAíS › TRES PERUANOS FUJIMORISTAS SE FUGARON DEL PAIS
Argentina, un país seguro
Por I. H.
En menos de dos semanas, tres empresarios de la televisión peruana ligados al régimen fujimorista que estaban retenidos en la Argentina y cerca de ser extraditados se fugaron con total facilidad. El embajador de Perú, Martín Belaúnde Moreyra, denunció que cerca del fin de semana se escaparon José Enrique y José Francisco Crousillant, a pesar de que él había alertado sobre esa posibilidad al juez del caso. Los Crousillant, padre e hijo, son reclamados por la Justicia de su país acusados de haber recibido sobornos millonarios del ex jefe de inteligencia Vladimiro Montesinos. Días atrás, también huyó otro magnate del mismo bando sobre quien pesan los mismos cargos, Ernesto Schutz Landazuri.
“Esto causa una gran desazón en Perú y tenemos una preocupación muy grande. Los procesos de extradición llevados a cabo aquí en Argentina se han extendido demasiado y, con el agravante de que se concedió la libertad a los extraditables”, protestó Belaúnde Moreira en diálogo con Página/12. “Las fugas se pudieron haber evitado, pero la Justicia no actuó a tiempo”, advirtió el embajador. El Gobierno, aclaró, “ha mostrado colaboración”.
Tanto el empresario Schutz como los Crousillant aparecen en los llamados “vladivideos”, recibiendo coimas de Montesinos para favorecer a través de los medios la reelección del ex presidente Alberto Fujimori. Cuando la Justicia peruana los acusó por delitos graves, como asociación ilícita y peculado, escaparon. En distintas circunstancias fueron hallados en territorio argentino hace algo más de dos años y allí se iniciaron los juicios de extradición. Todos tenían prohibido salir del país, pero pudieron estar en libertad bajo fianza. Ahora tienen pedido de captura nacional e internacional.
Schutz desapareció hace dos semanas, cuando tenía que presentarse a la audiencia previa al juicio de extradición ante el juez federal de Lomas de Zamora Carlos Ferreiro Pella. En ese momento, el abogado del Estado peruano, Hugo Wortman Jofre, advirtió que los Crousillant podían seguir los mismos pasos. Incluso el embajador peruano tuvo un alerta extra: un hombre, que se presentó como Juan Carlos Losarcos, apareció el 3 de octubre en la sede diplomática y avisó que padre e hijo lo habían contratado para ayudarlos a huir desde San Martín de los Andes, por el lago Lácar, pero como la misión de atravesar un río de rápidos en gomón fracasó, no quisieron pagarle nada. Belaúnde hizo la denuncia ese mismo domingo ante el juez de San Isidro Conrado Bergesio, que impuso a los Crousillant la obligación de reportarse cada 72 horas y les reforzaron la custodia.
Recién el viernes último, luego de corroborar la veracidad de la denuncia del intento de fuga, el juzgado despachó una orden de allanamiento de los domicilios (uno en Martínez y otro en el Boating Club). Cuando llegó la policía sólo estaban las esposas de los empresarios. Bergesio para entonces se había ido de vacaciones, igual que la fiscal Rita Molina. El juez subrogante, José Culota, revocó la eximición de prisión y reclamó la detención. Pero ni los abogados de los Crousillant –Gonzalo y Esteban Vergara– saben dónde están. Es posible que, igual que Schutz, ya estén en otro país.