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El gobierno porteño confía en que el referéndum sobre la continuidad o no de Aníbal Ibarra en su cargo pueda realizarse en el mes de abril. Esto, claro, siempre que el Tribunal Superior de Justicia permita que la consulta popular se lleve adelante sin necesidad de reunir las 518 mil firmas exigidas por la Constitución de la Ciudad. De lo contrario, el proceso sería mucho más largo. Así lo aseguró el jefe de Gabinete del gobierno comunal, Raúl Fernández, y en esa línea señaló que el Ejecutivo porteño presentó formalmente ayer ante el tribunal el pedido para que se evite el trámite de la recolección de firmas.
Fernández se mostró confiado en que los jueces “permitan eso y podamos pasar directamente al referéndum, para que la gente decida por sí o por no” la revocatoria del mandato a Ibarra. “Eso aceleraría muchísimo los tiempos, porque recolectar 520 mil firmas no será sencillo, y queremos que esto se pueda hacer rápido”, estimó en declaraciones radiales, y aseguró que con viento a favor la consulta “podría llegar a hacerse a fines de abril”. El pedido formal presentado por Ibarra ante el tribunal es para que los magistrados consideren “subrogado (sustituido) el trámite de obtención de un número mínimo de adhesiones para la puesta en marcha del procedimiento”. Según la presentación, ese paso quedaría saldado en este caso en el que “existe la conformidad del funcionario cuestionado”.