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El presidente Néstor Kirchner encabezó ayer el homenaje a los ex combatientes de Malvinas al cumplirse un nuevo aniversario del desembarco argentino en las islas. El acto se realizó en el Regimiento de Patricios, en Palermo, y no en la ciudad correntina de Monte Caseros, como estuvo previsto hasta mediados de la semana pasada. El cambio de escenario fue decidido a último momento, porque en el Gobierno temían que grupos de veteranos de guerra aprovecharan la visita del Presidente para reclamar un aumento de las pensiones. “La Argentina ratifica su legítima soberanía sobre las islas Malvinas por ser parte integrante del territorio nacional. Es importante, vital y fundamental que recordemos la heroica lucha por recuperar nuestras islas”, aseguró Kirchner desde el palco.
El acto por el 23º aniversario del desembarco estuvo precedido por una polémica que pasó bastante inadvertida, para suerte del Gobierno. La semana pasada, grupos de veteranos se manifestaron en la puerta de la Rosada, empujaron las vallas que la rodean y fueron reprimidos por la policía. La protesta surgió ante una versión que había circulado desde el propio Ejecutivo: que el oficialismo estaba estudiando la posibilidad de dar una compensación de 200 mil pesos a cada ex combatiente de Malvinas. Algunos antecedentes, como la retribución económica a quienes debieron exiliarse durante la última dictadura, justificaban esa expectativa.
Pero el Gobierno salió a desmentir que estuviera pensando en dar una compensación de ese importe. Un par de días antes, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, se había negado a recibir a los combatientes. “No negocio bajo presión”, había sido su argumento. Tras ese episodio, el Gobierno desactivó el acto en Monte Caseros. La causa del cambio, supuestamente, fue que esa localidad no tenía pista de aterrizaje. El homenaje, entonces, se trasladó al Regimiento de Patricios. Ayer al mediodía, Kirchner habló allí ante una multitud de efectivos de las Fuerzas Armadas y ex combatientes de Malvinas. Entre los asistentes estaban los jefes de las tres armas, el ministro de Defensa José Pampuro, y el vice Daniel Scioli.
“La recuperación de nuestra patria no puede hacerse de rodillas, sino que tiene que forjarse en la recuperación de los valores que permiten afrontar gigantescas proezas”, dijo Kirchner. Luego se refirió a las mejoras que su gestión les concedió a los ex combatientes, como el aumento de las pensiones (se fijaron en 924 pesos en octubre de 2004). Esa mención pareció destinada a contrarrestar las críticas de los veteranos que se movilizaron a la Rosada. “Hay actos concretos que confirman el agradecimiento permanente a los que combatieron heroicamente en Malvinas”, dijo Kirchner. Y mencionó los supuestos logros de su gobierno en ese tema: “El fuerte aumento de las pensiones, la atención al veterano y a su familia, y la línea de préstamos personales”, enumeró.
El descontento de los veteranos creció cuando se difundieron los resultados del último censo nacional de veteranos. Según esa estadística, en el país hay 25.528 ex combatientes que estuvieron en Malvinas. Para los ex soldados que pelearon en las islas esa cifra fue “inflada” para que muchos militares que no llegaron a combatir puedan cobrar los subsidios. Hace trece años, el Círculo Militar había hecho su propio censo de ex combatientes. La conclusión fue que eran 14.120.
El acto del Regimiento Patricios no fue el único homenaje que organizó el kirchnerismo. Ayer a la tarde, más de veinte agrupaciones juveniles alineadas con el oficialismo homenajearon a “los jóvenes caídos en Malvinas”. Los grupos juveniles –entre los que estuvieron el MP20, Confluencia Argentina, la FTV, Jóvenes de Pie y la Juventud Peronista Evita (los Jóvenes K no fueron invitados)– depositaron flores y leyeron un documento en el monumento a los ex combatientes que está sobre la avenida Libertador, al pie de la plaza San Martín. “A veintitrés años del comienzo de aquella guerra, orquestada desde los centros de poder de la peor dictadura militar que conozca nuestra historia contemporánea, nossentimos herederos de aquellos jóvenes que pisaron territorio austral en la convicción de luchar por la patria”, leyeron los manifestantes.