EL PAíS
Escrache judicial
En febrero de 2000 el represor Alfredo Astiz fue condenado en un juicio oral y público a una pena menor –en suspenso– por declaraciones que había hecho a la revista trespuntos. Pero la verdadera sentencia se la llevó cuando en plena audiencia, los HIJOS, que habían ido camuflados entre el público, mostraron sus camisetas con declaraciones de repudio y le gritaran “asesino”, entre otras cosas. Un escrache judicial. Paula Maroni cuenta que “sucedió como muchas cosas en Hijos. Primero hacemos y después conceptualizamos. Nunca estuvo pensado para que saliera tan bien. Las mejores cosas de HIJOS no fueron premeditadas. En una asamblea, ya nos íbamos y alguien dijo: ‘mañana va a declarar Astiz, ¿no estaría bueno que hiciéramos algo?’ Bueno, vamos a ver si podemos entrar. Y salimos en todos los medios, además de que el tipo la pasó realmente mal. Fue como decir acá estamos y acá estamos y acá estamos. Somos tu pesadilla. Estuvo buenísimo”.