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Salieron a la cancha con una bandera que simboliza en la Argentina de hoy un reclamo de miles de docentes y de millones de chicos: se necesita financiamiento para garantizar una educación de calidad para todos los habitantes de nuestra Patria, sin desigualdades, sin excluidos.
No hay medias tintas, no se puede seguir esperando el tiempo suplementario, ni pensar que si seguimos perdiendo podremos tener revancha, la educación no se puede definir por penales. El tiempo del “juego” por la escuela pública es hoy, hoy necesitamos ganar el partido que Menem y Cavallo ensuciaron desde su nefasta gestión.
No se puede tolerar que algunos gobernadores merecedores de “tarjeta roja” cometan sistemáticamente “infracciones” a los docentes, no se puede aceptar que otros “tiren la pelota afuera”, no podemos avalar que muchos gobernantes y legisladores miren desde el “banco” lo que pasa con la escuela pública.
La sociedad empezó a jugar “el partido” por la educación: tenemos buenos arqueros, defensores aguerridos, mediocampistas capaces, delanteros que van al frente, tenemos una hinchada que va de Jujuy a Tierra del Fuego.
Por eso queremos agradecer a Pekerman, al cuerpo técnico, a Juampi Sorín, al Pato, a Román, a Zanetti, a todos los jugadores que ayer se solidarizaron con los chicos y los maestros argentinos que luchan día a día por aprender y enseñar a pesar de los “foules” que cometen los gobernantes.
Desde este momento la camiseta de la Selección firmada por los jugadores, dedicada a los maestros argentinos, está en “la casa de los docentes”. Es un símbolo de que estos jóvenes jugadores que pasaron por la escuela pública han aprendido la lección de la vida: han jugado “el juego más bonito”.

* Secretario de Prensa. Ctera.