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El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó ayer que “no es el tiempo” de Domingo Cavallo. “La mayoría de los argentinos no juzga bien su última gestión. Esas cosas hay que saberlas leer en un tiempo que la sociedad pide cambios”, evaluó el funcionario, quien reiteró que el Gobierno no alienta la candidatura de Cavallo en la Capital Federal.
La irrupción de Cavallo en el escenario porteño y el eventual daño que su postulación podría provocarle a Mauricio Macri llevó a muchos a especular con la posibilidad de que detrás del tema hubiese una mano del oficialismo. Fernández marcó distancias con el ex ministro y así despejar cualquier duda al respecto. Después de remarcar que en su paso por el gobierno aliancista “no dio pie con bola”, Fernández señaló que Cavallo “terminó generando una de las mayores crisis que la Argentina recuerda”.
Sobre su vínculo con el ex ministro, el funcionario explicó que en su equipo sólo ocupó un “cargo técnico” al frente de la Superintendencia de Seguros en los ’90 y dijo que no tenían trato personal. A su participación en las listas cavallistas para la Legislatura en 2002 la encuadró en la puja que mantenían con el menemismo “los que en aquel entonces estábamos cerca de (Eduardo) Duhalde”.