EL PAíS › SIGILOSA REUNION ENTRE KIRCHNER Y LA CUPULA CEGETISTA

Medidas para después del 23

Hablaron sobre medidas que serán tomadas tras los comicios: combatir el trabajo en negro y aumento en asignaciones familiares.

 Por Diego Schurman

Sigiloso, fiel a un estilo que le ha permitido ostentar por años el poder sindical, Hugo Moyano se reunió reservadamente antenoche con Néstor Kirchner para testear el avance de un paquete de medidas que la CGT viene conversando con el Gobierno. El Presidente le confirmó que habrá novedades, sobre todo en materia de lucha contra el trabajo en negro, pero le confió que los anuncios llegarán recién después de las elecciones.
Moyano no llegó solo a la Casa Rosada. Desembarcó junto al secretario adjunto de la CGT, José Luis Lingeri, un dirigente que suele “brindar letra” a Kirchner sobre la situación de Aguas Argentinas, ya que representa a los trabajadores de esa empresa. También integró la comitiva sindical el jefe de prensa cegetista, Juan Manuel Palacios.
El trío se interesó por las avatares de la campaña. Seguramente no desde una óptica desinteresada: entre los candidatos kirchneristas están el judicial Julio Piumato y el abogado de la CGT Héctor Recalde, dos hombres estrechamente vinculados a Moyano.
Sobre la mesa también se puso el altísimo nivel de trabajo en negro, que afecta a casi 5 millones de asalariados. Hace tiempo que la dirigencia sindical presentó una alternativa para combatirlo, basado en el pago de un seguro de desempleo al trabajador no registrado despedido.
El plan de la CGT implicaría que el ex empleado denuncie al empleador que lo contrató en negro, lo que –especula la dirigencia sindical– desalentaría a las empresas a persistir con esa modalidad, que hoy alcanza al 47 por ciento de los trabajadores.
El paquete de medidas que Moyano viene discutiendo con el Gobierno también incluye un incremento de las asignaciones familiares. Por ahora lo que se modificó fue el tope, lo que permitió que más personas se vean beneficiadas, aunque los montos se mantuvieron congelados.
Los gremialistas informaron que insistirán en volver remunerativos los 100 pesos que el Gobierno dispuso de aumento para el sector privado a través de un decreto. Además reclamarán nuevas mejoras para jubilados y pensionados, la modificación de la ley de accidentes de trabajo y del mínimo no imponible, y una extensión de los subsidios por desempleo, que hoy beneficia únicamente al 5 por ciento de los desocupados.
La inquietud del trío que visitó la Casa Rosada obedece también a motivaciones internas. Moyano tiene que decidir más temprano que tarde la convocatoria a al Comité Central Confederal (CCC), que definirá la estrategia que utilizará la CGT para reforzar sus demandas.
Está claro que esto ocurrirá recién después de los comicios del 23 de octubre, y tras algún que otro anuncio del Presidente. Juan Carlos Schimdt, dirigente de dragado y balizamiento, aseguró que la CGT se mantendrá firme en sus reclamos. No obstante, es probable que por la buena relación existente entre Moyano y Kirchner, de ese Confederal no saldrá ni por asomo un atisbo de queja, y mucho menos alguna medida de protesta.

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Kirchner y Moyano, en una reunión anterior, en la Casa Rosada.
 
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