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En un hecho inédito, la Cámara de Diputados votó tres proyectos de ley durante una sesión especial que consiguió quórum sin el oficialismo. La oposición y el duhaldismo aportaron los 129 diputados necesarios para dar media sanción a la suspensión por 120 días de las ejecuciones hipotecarias y al proyecto sobre deudores agropecuarios, y transformaron en ley la Protección Integral del Menor (ver página 12), además de aprobar un pedido de informes al Poder Ejecutivo, impulsado por el diputado Claudio Lozano, sobre el excedente presupuestario. “Hoy el Congreso ha demostrado independencia”, se alegró la diputada Hilda “Chiche” Duhalde. Mientras la conducción del bloque PJ trataba de minimizar la dimensión de lo ocurrido, calificaba de “electoralista” la media sanción y cruzaba versiones con el duhaldismo por el fallido acuerdo al que ambos sectores habían llegado ayer con el Ministerio de Economía, los beneficiarios de la medida expresaron su escepticismo.
“Nadie resuelve la cuestión de fondo, aunque hoy estamos contentos somos conscientes de que esto es un salvavidas en medio del mar porque los intereses que cobra la Justicia son más altos que lo que implicaría seguir pagando el préstamo hipotecario. Y lo que trascendió como proyecto de fondo también es un engendro”, se lamentó Ricardo Martínez Iglesias, uno de los 13.500 deudores hipotecarios cuyas viviendas están siendo rematadas. Sin ocultar su satisfacción, Chiche Duhalde admitió que se trata de una “solución transitoria”. Más aún, si se tiene en cuenta que la iniciativa todavía debe superar los escollos en el Senado. Este tema viene siendo promovido durante las últimas sesiones por la oposición, a la que se sumó el duhaldismo en la anterior sesión especial. Por ese motivo, el martes hubo esfuerzos por lograr acuerdos que mostraran al oficialismo con una iniciativa concreta en la mano, que incluyeron una reunión con Economía en la cual obtuvieron los lineamientos del que sería el proyecto para solucionar el fondo de la cuestión. Desde distintos sectores del bloque hablaron de “fumata blanca para bajar todos juntos mañana (por ayer)”. Otros fueron más cautos porque “aún faltaban detalles”.
Finalmente esos “detalles” hicieron caer todo y los kirchneristas decidieron no aparecer por el recinto. Una de las espadas duhaldistas en la negociación comentó a Página/12 antes de que se iniciara la sesión: “Los llamaron a los cuatro (por la conducción del bloque) a la Rosada y ahora nos dicen que no hay proyecto y que no bajan”. Mientras aún sonaba el timbre que llamaba a la sesión, uno de los miembros de la conducción del bloque confirmó en parte la versión: “Fuimos a la Rosada a un acto importante por el lanzamiento de un proyecto que beneficia a las Pymes, y estuvimos con (Néstor) Kirchner y (Roberto) Lavagna, pero decidimos no bajar porque el proyecto no está listo, sería una imprudencia”. Más tarde, Juan Manuel Urtubey explicaría que la comisión que analiza este tema en Economía aún no terminó el proyecto de reforma del Banco Hipotecario.
A las 16 la temperatura comenzó a subir en el recinto cuando el tablero marcó que faltaba sólo un legislador para alcanzar el quórum. Al diputado Juan Carlos Godoy lo fueron a buscar al baño. “Roselli, Roselli”, empezó a corear bajito el presidente de Diputados, Eduardo Camaño, el alusión al legislador ex zamorista, que estaba en camino. Cuando José Roselli se sentó en su banca, seguía faltando un diputado. Ante la advertencia de Lozano, Camaño aclaró que se había levantado un diputado “que tiene un supermercado”, en referencia al lavagnista Alberto Coto, que se había retirado. El cartel marcó “quórum” recién cuando se sentó la reutemista María del Carmen Alarcón, y en ese momento hubo un intenso aplauso de victoria. Los diputados se pusieron de pie para el izamiento de la bandera, que nunca fue tan ovacionado. A continuación fueron aprobados por unanimidad el proyecto consensuado sobre la base de la iniciativa de la duhaldista Lucrecia Monti, de suspensión de las ejecuciones hipotecarias, junto a los otros cuatro proyectos.
“Esto pasó por desinteligencias dentro del bloque duhaldista y porque nosotros no llegamos con los tiempos”, explicó Jorge Argüello, de la conducción del bloque PJ. Y admitió su “fastidio por los 40 compañeros que desertaron en función de lo electoral”. La espada duhaldista consultada se lamentó de que “habíamos convencido a nuestros halcones”. Ahora bien, según los kirchneristas, todo esto pasó porque esos halcones del ex presidente increparon a sus negociadores, el martes tarde en una cena, por haber acordado con la conducción. En tanto, los propios halcones K también habrían regañado a sus negociadores. “El Pingüino no quiere acordar con el duhaldismo en nada, no tolera que aparezcan en la Cámara votando juntos”, comentó un vocero. En este punto coinciden las versiones de ambos: todo se cayó cuando el Presidente leyó en los diarios que se avecinaba un acuerdo en Diputados sobre un tema que no termina de apoyar.
El bloque PJ está que arde. Los K radicalizados pasarán factura a quienes intentaron tener una sesión de consenso. Y los negociadores duhaldistas, entre ellos Graciela Camaño, amenazan con renunciar a la conducción de la mesa chica.