EL PAíS › DIPUTADOS CON BAJA CONCURRENCIA
Primero la campaña
Muy poca adhesión generaron las sesiones especiales que se realizaron ayer en la Cámara de Diputados, dado que los bloques mayoritarios dieron prioridad a la campaña. Sólo una treintena de diputados se hicieron presentes en el momento de mayor concurrencia para participar de la primera sesión solicitada por el socialista Héctor Polino.
Polino presentó un proyecto de ley para eliminar el artículo 4 de la ley 25.790 que permite la “sanción ficta” (sanción de hecho, cuando pasan 60 días sin que se produzca el debate parlamentario) de los acuerdos para las renegociaciones con las empresas privatizadas de servicios públicos. “De los seis contratos, cinco fueron aprobados por sanción ficta. Esto es matar al Parlamento y es claramente inconstitucional”, se quejó Polino.
Con la presidencia del justicialista santacruceño Eduardo Arnold, pudo verse en el recinto a Lucrecia Monteagudo, Inés Pérez Suárez, Miguel Bonasso, José Roselli, Alberto Piccinini, Alicia Castro, Alberto Natale, Jorge Rivas, Claudio Lozano, Gerardo Conte Grand y casi todo el bloque del ARI, además de una decena de radicales.
Polino también propuso sin éxito la citación de los ministros de Economía, Roberto Lavagna, y de Planificación Federal, Julio De Vido, para que informen sobre las negociaciones con los concesionarios de Aguas Argentinas. La sesión pedida por Luis Zamora naufragó por falta de quórum. El diputado apostaba a lograr un repudio al ingreso al país del presidente de Estados Unidos, George Bush. Tampoco consiguió tratamiento un proyecto de Patricia Walsh para que se disponga la caducidad del marco regulatorio y la rescisión del contrato de concesión con Aguas Argentinas. Por último, Bonasso tuvo ocasión de cuestionar la visita Bush, a quien calificó de “terrorista”.