Aunque desde ambas orillas del Río de la Plata afirman que existe “contacto permanente” entre ambas cancillerías –donde hay coincidencia en “bajarle el tono” a la disputa–, la relación entre Argentina y Uruguay sigue tensándose por la instalación de las dos plantas de celulosa en la ciudad uruguaya de Fray Bentos. Desde la Cancillería argentina el subsecretario Eduardo Sigal sostuvo que a pesar de que el conflicto “se transformó no sólo en un problema intergubernamental sino también social”, el tema debe resolverse a través del “diálogo”; en tanto el jefe de la diplomacia uruguaya, Reinaldo Gargano, admitió que aún no está confirmado un encuentro entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez cuando ambos viajen a Bolivia para la asunción de Evo Morales. Mientras que al mismo tiempo que en Buenos Aires el ministro de Interior, Aníbal Fernández, aseguraba que el gobierno nacional “no va a dejar solos y sin asistencia” a los entrerrianos en su reclamo, en Montevideo, el Ministerio de Turismo imprime miles de folletos para repartir a los turistas argentinos y explicarles por qué su gobierno avala la instalación a las papeleras.

“Este Estado es promotor de sus acciones y no va dejar a una provincia sola y a los habitantes de Entre Ríos sin asistencia si entiende que puede complicar la vida de los entrerrianos la instalación de las papeleras”, dijo Aníbal Fernández para expresar claramente que el conflicto no es un sólo problema provincial. “Lo de las papeleras es un tema que va a haber que evaluarlo, porque seguramente hay estudios que dicen que eso contamina y nuestro país forzosamente va a tener que prestar atención”, insistió el titular de la cartera política.

Al respecto, Fernández reiteró en declaraciones radiales que la polémica por la instalación de las plantas procesadoras de pulpa de madera sobre la margen oriental del río Uruguay debe “tener la discusión pertinente” con el fin de arribar a una solución, la que podría darse en el marco de la comisión binacional que prepara un informe ambiental para el 30 de enero. El ministro también se refirió al planteo uruguayo de garantizar el libre tránsito internacional y aseguró que Gendarmería tiene “la instrucción de trabajar de la mejor manera posible para impedir roces de cualquier tipo entre quienes quisieran cruzar y entre quienes impiden el cruce”, al tiempo que recalcó que “son óptimas las posibilidades de cruzar” por los tres puentes que comunican Entre Ríos con Uruguay: el General San Martín, que une Gualeguaychú con Fray Bentos; el Artigas, que vincula a Colón con Paysandú, y el paso fronterizo de Concordia-Salto Grande.

Funcionarios de la cancillería también dieron su opinión más allá de lo estrictamente diplomático. “Está claro que el tema de las papeleras se transformó, no sólo en un problema intergubernamental, sino también social”, aseguró Eduardo Sigal, subsecretario de Integración Económica del Ministerio de Relaciones Exteriores. Sigal también señaló que en el rechazo por el emplazamiento industrial “hay una participación concreta de miles de personas de uno y de otro lado, que sienten que la instalación de las papeleras va a producir una alteración medioambiental”. Aunque el diplomático dijo que el tema “se resuelve, también, generando mecanismos donde, entre socios y entre gente de relación estrecha y pueblos que tienen lazos muy profundos, se tienen que encontrar los mecanismos de diálogos, quizás incluso no públicos, para buscar soluciones”,

Desde la otra orilla, el canciller Reinaldo Gargano aseguró que “estamos en permanente contacto” con la cancillería argentina y añadió que las diferencias entre ambos países por la instalación de las plantas de celulosa “están tratándose con cautela por ambas partes”. Sin embargo, Gargano no confirmó que el presidente Vázquez haya solicitado un encuentro con Kirchner, para intentar sortear las diferencias entre ambos países por la instalación de las papeleras, ni si la misma podría concretarse el 22 de enero cuando ambos coincidan en la asunción de Evo Morales como presidente de Bolivia.

Pero la respuesta más contundente a los reclamos argentinos no surgió de los diplomáticos orientales sino desde el Consejo Nacional de Turismo uruguayo. El organismo tiene en imprenta unos 30 mil folletos que estarán dirigidos especialmente a los turistas argentinos “sobre el compromiso nacional con el medio ambiente” y que comenzarán a distribuirse en los pasos fronterizos con nuestro país. “Faltó la tarea pedagógica, con humildad y sentido de docencia. Elementos para difundir la sólida base técnica existente en torno a este tema”, confió el ministro de Turismo Héctor Lescano al diario uruguayo La República y afirmó que convocó a una reunión de emergencia del Consejo Nacional de Turismo “para hacer una distribución aún más amplia de la información”.

El folleto está avalado por los ministros de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente, Industria y Turismo. Allí se indica por qué se avalan los emprendimientos de procesamiento de pasta de celulosa de las empresas Botnia y Ence y se reafirma que el gobierno uruguayo realizará controles y monitoreos constantes, una vez que se pongan en funcionamiento las plantas.