Los hombres del Presidente nucleados en Compromiso K, la corriente que lidera el secretario legal y técnico Carlos Zannini, avanzan en el diseño de su estructura en la provincia de Buenos Aires y en el territorio más difícil, la Capital Federal. La agrupación, que se propone posibilitar una eventual reelección de Néstor Kirchner, planea hacer pie en cada distrito a través de locales partidarios que funcionarán bajo la modalidad de centros comunitarios. El jueves último inauguraron el primero en Tres de Febrero, cuyo intendente, el posduhaldista Hugo Curto, cultiva simpatías con la Casa Rosada. Prevén un acto grande en la Plaza de Mayo para cuando se cumplan los tres años de Kirchner en el poder y planean un evento previo, para el 24 de marzo.

Zannini, uno de los colaboradores más estrechos del Presidente, viajó esta semana con él en Brasil. El miércoles a la noche se juntaron en el bar de la terraza del hotel Kubitschek, en Brasilia. A la mesa se sumaron los diputados Alberto Balestrini, José Pampuro y Agustín Rossi y el ministro de Planificación Julio De Vido. Charlaron distendidos y no quisieron contar por qué brindaron con champán.

En Compromiso K confluyen justicialistas y fuerzas que apoyan a Kirchner y que aspiran a crear el clima político que propicie su reelección. Con Zannini, en la ingeniería del proyecto trabaja el empresario de medios Rudy Ulloa Igor, quien estuvo presente el jueves a la noche en la inauguración del “Centro Comunitario de Compromiso K” en el partido bonaerense que lidera Curto, uno de los posduhaldistas que apoya a Kirchner. También se acercaron los dirigentes Roberto Porcaro y José Ottavis. La apertura del próximo local está prevista para febrero, en San Isidro, el partido a cargo del radical Gustavo Posse, con buen diálogo con el Gobierno. Paralelamente convocarán a encuentros más pequeños en distintos puntos bonaerenses con el objetivo de arraigarse.

En la pelea por la sucesión de Felipe Solá en la gobernación provincial, Compromiso K dejó trascender que no apoyará al ministro del Interior Aníbal Fernández. En cambio, fogonea el ascenso del ministro de gobierno Florencio Randazzo, un funcionario leal tanto a Solá como a Kirchner, que estuvo en los últimos actos de la agrupación de Zannini.

La ciudad de Buenos Aires será el puerto más difícil de conquistar para esta línea kirchnerista. Para desembarcar allí tendrán que esperar que pase el juicio político contra Aníbal Ibarra, y que se disipen los recuerdos del polémico pase de Eduardo Lorenzo Borocotó y la doble renuncia de Rafael Bielsa. En la Capital, el principal interlocutor de Compromiso K es Jorge Telerman, el vicejefe de gobierno porteño en ejercicio de la jefatura tras la suspensión de Ibarra. En este distrito también instalarán centros comunitarios. Para el 25 de mayo convocarán a un acto que aspiran a que sea masivo.